Mejor perder ahora que al final: reprochable
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Jueves 16 marzo, 2023
“Mejor que pase ahora y no en finales”, dijo Andrés Carevic, técnico del Alajuelense luego de que su equipo perdió con Santos.
Este razonamiento es muy común y lo expresan en varios campeonatos del mundo, los técnicos de equipos derrotados.
Personalmente, esa justificación de Carevic, repetida en todo el planeta fútbol por colegas suyos que pierden partidos en instancias no determinante de un campeonato, la consideramos acomodada y reprochable.
Enseguida los técnicos agregan otra justificación por el traspié: “tenemos que afinar detalles, hacer ajustes, mejorar y seguir trabajando, porque en este partido dejamos cosas de hacer”.
¡Falso!
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En el juego contra Santos, el Alajuelense fue exactamente el mismo equipo y jugó de la misma forma a como lo hizo en toda la primera vuelta, en la que terminó invicto.
Lo que sucedió fue que en los primeros once juegos del Clausura, el León anotó 31 goles y ante Santos, pudo meter cinco, pero no hizo ninguno.
Repasemos solo dos acciones: López pega un remate en el poste, el rebote le queda a Pipo González, solo y sin marca con todo el marco disponible y remató afuera.
En el minuto 88, Johan Venegas, a un metro de la red, solo, sin marca y sin portero, remató de cabeza desviado. Con todo respeto para los no videntes, ese gol lo anota un ciego.
Entonces, en la conferencia de prensa terminado el juego, don Andrés debió enterrar esa frase tan acomodaticia de los técnicos cuando pierden al inicio o a mitad del camino, de que “mejor perder ahora que al final”, porque perder nunca es bueno y porque también, pierden en la final y en esto último, la Liga es especialista.
Lo hemos analizado infinidad de veces: hay juegos donde el gol se presenta generoso, solidario, incluso madrugador y el partido se resuelve temprano, como le pasó a la Liga frente a Guadalupe y otros juegos donde el balón simple y llanamente no quiere entrar, como le sucedió al León ante Santos.
Entonces, a la hora de confrontar a la prensa, el técnico del Alajuelense, en lugar de prometer ajustes y mejoras y un invicto en el cierre del torneo, mejor habla con la verdad y pudo decirles a mis colegas tras la derrota ante Santos lo siguiente: “no jugamos mal, el rival tuvo la capacidad de hacer dos remates a puerta y dos goles y nosotros perdimos varias oportunidades de anotar. Yo no puedo meterme a la cancha a hacer los goles que dejaron escapar mis jugadores” y punto.
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