Inicie 2013 con su billetera sana

Mejorar sus finanzas: propósito de Año Nuevo

Le ayudamos a hacer una lista realista, medible y concreta de cambios

Iniciar 2013 con el propósito de sanear sus finanzas es tan noble, positivo y recurrente como la meta de ponerse en forma, dejar algún vicio, o encontrar pareja. Pero lo cierto es que muchos fracasan al pasar pocos meses. En INVERSIONISTA, le damos consejos para que haga una lista realista, medible y concreta de cambios para realmente tener un próspero Año Nuevo.

Primero, tenga un propósito. La fe mueve montañas y no hay nada más efectivo que las ganas de llegar a algún lado. Algunos propósitos que puede elegir serían ahorrar para la prima de su carro o casa, pagar la tarjeta o esa deuda que le limita la liquidez, iniciar un plan de pensión complementaria, tener recursos para la maestría que quería iniciar, para el quince años de un hijo o hasta para el viaje soñado.
Lo segundo, planee cómo hacer ese propósito realidad. Si usted no es de esas personas disciplinadas que mes a mes guarda una cantidad en su cuenta bancaria busque algunos instrumentos como los ahorros programados que tienen rebajos automáticos del salario. Algunas asociaciones solidaristas también tienen estos mecanismos. Si no está en planilla porque es trabajador independiente, dígale a su secretaria, contador o hasta su pareja, que le recuerde ese rubro todos los meses o ponga una alerta en su celular. La idea es que haya un mecanismo para que a usted no se le olvide.
Cuando se ponga la tarea de ahorrar sea realista. La suma tiene que estar acorde con su capacidad. Para lo anterior es importante que usted tenga un presupuesto de sus gastos, es decir una idea clara de qué hace con su dinero mes a mes.
Sea un comprador inteligente. Es imposible dejar de adquirir bienes y servicios, pero si es posible recortar algunos gastos. Compre a crédito sin intereses cuando su tarjeta se lo permite, tenga en cuenta las fechas de pago de sus deudas para no pagar intereses por mora. Aproveche las promociones y ofertas de las cosas que realmente necesita. Y cuando este frente a la decisión de adquirir algún lujo piense como un famoso millonario dijo una vez. “Si no compro eso ¿qué pasa? Si la respuesta es: nada. No necesito comprarlo”.
No ahorre solo, involucre a su familia y amigos. Muchas veces un proceso ya iniciado se detiene por presión de amigos que quieren salir de fiesta, hijos que quieren más regalos o parejas que no entienden el porqué de las restricciones en los gastos. Explíqueles por qué hace los recortes, es muy importante que esas personas que lo impulsan a hacer más gastos, lo apoyen.
Finalmente, celébrelo. No hay nada más reconfortante que ver los frutos de su esfuerzo. Es un buen ejemplo para su familia y un logro personal. Puede hacerlo simplemente disfrutando el haber alcanzado su meta o con un pequeño premio, como una salida en familia donde compartir con sus seres queridos el apoyo brindado.
Adelante y disfrute de su 2013

Carolina Acuña
cacuna@larepublica.net