Metamorfosis … de los aviones
Candilejas candilejas.cultura@gmail.com | Viernes 20 marzo, 2015
Metamorfosis … de los aviones
Es marzo de 1915. Miles de escolares siembran árboles en unos pastizales que también se convierten en viveros, lugar idóneo para recibir clases de agricultura en donde aprenden el arte de cultivar vegetales y el valor agrícola de un país que se distingue por su agricultura.
Aquel espacio verde, lleno de árboles y huertas, se adorna con un lago artificial y se convierte en el “Bosque de los Niños”, un pequeño paraíso donde las familias van de paseo, almuerzan, juegan, ríen.
De repente, el lugar se ve invadido por “pájaros de metal” que hechizan con fascinación acrobática las almas de aquellas familias. Se convierte en un aeropuerto improvisado, siendo testigo de históricos vuelos como el realizado por Charles Lindbergh, primer piloto en cruzar el Atlántico con éxito; él llega hasta el llano de Mata Redonda, conocido hoy como el Parque Metropolitano la Sabana.
El lugar no solo es testigo de momentos históricos, sino que los vuelos locales, especialmente entre las bananeras del sur del país y la capital, hacen de las aeronaves una herramienta de comunicación: transportaban correo alrededor del país, encomiendas y envío de dinero de trabajadores bananeros a sus familias en San José.
Es durante la Administración del Presidente León Cortés (1936 –1940) que se dicta un decreto para la construcción de un aeropuerto de avanzada, y que tendría al menos 50 años de utilidad.
Un mes antes de entregar el poder al Dr. Calderón Guardia, el 7 de abril de 1940, se inaugura el “Aeropuerto Internacional de la Sabana”. Es una joya arquitectónica neocolonial, con todos los requerimientos de una terminal aérea internacional.
El peregrinaje desde todos los rincones del país es dantesco. La terminal aérea se inaugura ante la mirada de más de 30 mil costarricenses a quienes se les permite visitar el majestuoso edificio durante todo el día de la inauguración, es una gran fiesta que vive el pueblo, una algarabía celebrada con bombos y platillos.
Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial traicionó los supuestos 50 años de utilidad del aeropuerto. El desarrollo de la aviación, debido al conflicto bélico, produce naves que se convierten en “gigantes” para aquel aeropuerto, razón por la que, tan solo 15 años después de que el “Bosque de los Niños” fuera el “ojo” de fascinantes vuelos, la Junta de la Segunda República decide crear un nuevo aeropuerto con capacidad para las nuevas aeronaves.
Se construye el Aeropuerto “El Coco”, hoy Aeropuerto Juan Santa María.
Es en la administración del Presidente Daniel Oduber (1974 – 1978), quien junto con su Ministro de Cultura, Guido Sáenz, promueven la idea de crear un museo específico para las artes plásticas costarricenses. Nace entonces el Museo de Arte Costarricense (MAC). Se inaugura el 3 de mayo de 1978, tan solo 5 días antes de que Oduber dejase el poder.
Uno de los mayores distintivos de este “palacio” neoclásico josefino, Patrimonio Nacional, es el “Salón Dorado”. Se trata de una sala que sirvió como salón diplomático y de recepciones cuando fue terminal aérea.
Diseñado y tallado por el escultor francés Louis Féron, con la ayuda del biólogo y dibujante costarricense Rafael Lucas; el salón es un esplendoroso tallo en relieve bajo de la historia de Costa Rica; desde la época precolombina, pasando por el Descubrimiento, la Conquista, la época Colonial, la independencia y la fundación de la República hasta 1940.
Es así como hoy, a la cabeza de una sabana, el MAC y su edificio, son testimonio vivo de la metamorfosis histórica de un aeropuerto a un custodio del arte nacional.
Ricardo Sossa/Carmen Juncos
Editores jefes de Candilejas
Fuentes: Ana Cerdas, historiadora del MAC. Carlos Manuel Zamora Hernández. La Sabana, un parque con historia. Ricardo Fernández Guardia. La cartilla histórica de Costa Rica. • Fotos: Gerson Vargas