México propone reducir déficit presupuestario tras alza de deuda
Bloomberg | Lunes 11 septiembre, 2017
El Gobierno de México mantendrá un control estricto sobre el gasto el próximo año, reduciendo la carga de la deuda y ayudando a tranquilizar a los inversionistas.
Con el gasto, excluyendo los costos de intereses, casi sin cambios, el déficit fiscal llegará al 2,5% del Producto Interno Bruto, dijo el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, al presentar el plan al Congreso.
Ese es el déficit programado más estrecho desde 2008, excluyendo los superávits del banco central que solo ocurren cuando el peso se debilita.
Lea más: México busca en Brasil un nuevo socio de defensa, descarta a EE.UU.
La propuesta se produce después de que tanto S&P Global Ratings como Fitch Ratings Ltd. elevaron sus perspectivas sobre México a un nivel estable frente al negativo de los últimos dos meses, citando los esfuerzos del Gobierno por estabilizar la carga de la deuda del país.
La preocupación por una rebaja de la calificación crediticia de México disminuyó en medio de la creciente confianza en las relaciones comerciales con Estados Unidos y el peso pasó de la moneda de peor desempeño del mundo a la apuesta monetaria más lucrativa, aliviando la presión sobre la deuda externa del país.
La prudencia fiscal está empezando a dar sus frutos. La deuda de México se reducirá al 47,3% del PIB a fines del próximo año, según las proyecciones del Gobierno, después de subir más de diez puntos porcentuales desde 2012 a un máximo del 50,1% en 2016.
Lea más: México vence a Brasil en lucha por atraer inversores extranjeros
Si bien el déficit propuesto es más amplio que el 1,4% del PIB previsto para este año, el déficit de 2017 sería de un 2,9% si no fuera por la transferencia del Banco de México. El Gobierno propone un superávit primario del 0,9% para el próximo año, comparado con un 0,4% para este año, cuando se excluye el superávit del banco central.
La Secretaría de Hacienda pronostica un precio promedio de exportación de crudo mexicano de $46 por barril para 2018, con un aumento de la producción del 2% a 1.983 millones de barriles diarios. La propuesta supone que el peso terminará el próximo año en 18,1 por dólar, en comparación con el cierre de 17,6724 por dólar.
