Miguel Herrera, listo para dar la vuelta al mundo

La tentación es enorme y Miguel Herrera sucumbió a ella.

El técnico de la Selección Nacional prepara equipaje para dar la vuelta al mundo, en primera clase, hoteles de lujo, viáticos, cenas, todo cancelado por sus patronos en un largo viaje total y absolutamente innecesario.

Frescas en la memoria la reseña de Gustavo Alfaro, de sus cenas con la familia de Keylor Navas en París. ¿De qué sirvieron? De nada.

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Dispuesto a “sacrificarse” para preparar a la “Sele” en su “dura serie” frente a Belice que nos clasifique a la Copa Oro, don Miguel se alista para viajar a Argentina, Colombia, Estados Unidos, España, Portugal, Turquía, Inglaterra, Rusia y Letonia para conversar con los legionarios y observar la situación en qué se encuentran. El viaje a Buenos Aires para conversar con Keylor Navas en Rosario, es, como los demás, absolutamente innecesario porque todo lo que necesita saber del portero de Newell’s, lo soluciona con una llamada telefónica.

De los últimos técnicos de la Selección Nacional, solo Oscar Ramírez, con su forma de ser tan diferente a otros, se negó a realizar un viaje turístico de estas características, previo a la participación de Costa Rica en el Mundial Rusia 18.

Estos viajes turísticos de los técnicos de selecciones nacionales para conocer el entorno de los legionarios no sirven para nada. Simple placer y disfrute a lo grande del entrenador de turno con la complicidad de sus superiores, que en ocasiones lo acompañan en este derroche de dólares innecesario.

Leímos en “La Teja” del pasado miércoles, un conmovedor artículo firmado por Silvia Núñez, titulado: “El ángel que cumple sueños”. Narra cómo Ángel Rafael, el maquillista que murió de cáncer, se propuso desde su lecho de muerte, cumplir con el último deseo de sus compañeros de habitación, todos en estado terminal. Y con la ayuda de su gran amiga Yorleny Aguilar, antes de morir, logró que los deseos de sus amigos enfermos (uno pidió un viaje en helicóptero), se cumplieran. Para su funeral, Ángel Rafael pidió víveres para familias pobres en lugar de flores.

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Pienso, qué ejemplo más solidario y hermoso podría dar don Miguel Herrera, renunciando a este viaje de placer innecesario, sacar cuentas de su costo y utilizar ese dinero que se va a botar, en comprar centenares de balones y utensilios de fútbol y donarlos a las escuelas de fútbol más pobres del país.

¡Sería un gesto, humilde y grandioso!

gpandolfo@larepublica.net