“Mindfulness” en el acto de comer (Parte I)

Lamentablemente el estilo de vida actual nos ha llevado cada día a tener menos tiempo para comer, a prácticamente tragar casi enteros los alimentos.

Desde ese momento que se altera el proceso de digestión y asimilación de nutrientes que comienza desde nuestra boca.

El proceso inicia con la correcta salivación y cuando se comienzan a producir y segregar las enzimas necesarias.

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Este mal hábito nos genera un descontrol alimenticio, ya que es muy difícil que podamos notar cuándo estamos satisfechos, cuándo hemos comido ya lo suficiente.

Si no le da oportunidad a su cuerpo de mandar al cerebro la información de que ya es suficiente comida, pasados unos minutos sentirá que explota.

Además se estará privando de un momento placentero, que incluye el disfrute del alimento.

Saborear y degustar con calma es una experiencia que puede cambiar en muchos aspectos positivos su relación con la comida.

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El “mindfulness”, que significa atención plena, estar en el momento presente, ofrece muchos beneficios para lograr esa paz y tranquilidad.

Esto implica ingerir alimentos que realmente aporten nutrientes a nuestro organismo.

Además se debe estar consciente de la forma en la que comemos para disfrutarlos y establecer una conexión con lo que estamos llevando a nuestra boca.

Esto a su vez permite determinar cómo nos sentimos, cuándo estamos satisfechos y si no estamos digiriendo algo bien.