Mini food trucks son tendencia entre emprendedores

Food trucks de un tamaño más pequeño a los tradicionales son tendencia entre los emprendedores; esto debido a su bajo costo y facilidad para transportar.

Se trata de una adaptación de los vehículos Ape de Piaggio, con cocinas, planchas, lavatorios, extractores y otros implementos necesarios para vender comida.

Lea más: Parque de “food trucks” abrió en Curridabat

Hasta ahora, se han vendido más de 100 en el período de un año, 20 de los cuales han sido para food trucks por parte de la empresa Motoflix, encargada de la distribución de estos vehículos en el mercado local.

La clave de la popularidad de los food trucks miniatura es su bajo costo, que oscila entre los $6 mil y $7 mil y, si se incluye la adaptación, son $5 mil o $6 mil adicionales, explicó Yeremy Araya, propietario de Motoflix.

Esta inversión es menor a la de uno convencional, que normalmente es de mayor tamaño.

Otra ventaja es la versatilidad, pues el mini food truck se ajusta a más espacios, es liviano para conducir, soporta bastante carga y paga marchamo de motocicleta.

Food trucks de perros calientes, sándwiches, pizza, waffles, batidos naturales, cócteles y choripanes, entre otros, son parte de los casos de éxito derivados de este negocio.

Por ejemplo, Puzzle Dog dio una segunda oportunidad laboral a su propietario, Joan Arriens, quien recorre la Gran Área Metropolitana a través de festivales gastronómicos.

“Con la situación actual del país, este negocio le da a uno la opción de tomar decisiones. Puedo trabajar entre semana en un punto fijo y moverme el fin de semana a otros lugares, o moverme según se vayan presentando las oportunidades”, comentó.

Incluso, Puzzle Dog, junto a otras 14 empresas, conforma la primera Asociación de Mini Food Trucks, con la cual pretenden beneficiarse todos de las invitaciones a actividades y de negociaciones que pueden hacer para eventos públicos y privados.

Lea más: ¿Por qué invertir en un “food truck”?

La idea de adaptar las Ape de Piaggio llegó a Marín luego de sufrir un accidente que le impidió seguir rodando en su moto pandillera.

Eso lo llevo a comprar una motocicleta menos pesada, como la Vespa de Piaggio, vehículo que, eventualmente, lo llevaría a conocer las Ape, que en ese momento no se comercializaban masivamente en Costa Rica.

“Las Ape sirven para todo, no solo para food trucks. Imagínese un viaje en una descapotada por algún lugar turístico, uno vería los lugares de forma diferente”, contó.