Modernización del transporte público
Bernal Rodríguez redaccion@larepublica.net | Lunes 06 mayo, 2024
MBA Bernal Rodríguez González
Economista experto en Movilidad y Transporte.
En un país como Costa Rica, donde el transporte público ha sido motivo de constantes quejas y reclamos por parte de los usuarios, es fundamental buscar soluciones que modernicen y mejoren este servicio tan vital para la movilidad de la población. Es por ello que el LANAME realizó en marzo y publicó en abril los resultados de las 'Mesas de Trabajo por Costa Rica', una actividad convocada por esa distinguida institución, y en la cual tuve el honor de exponer como presidente de CANABUS y como representante de toda la industria del transporte público, nuestra visión de cómo sería posible la modernización de esta industria. Esa actividad contó con la participación de la sociedad civil, la Unión General de Gobiernos Locales, municipalidades, operadores de transporte público, el Banco Central de Costa Rica, el INCOFER, el MOPT, el CTP, la ARESEP, los bancos multilaterales, el Gobierno Central, consultores privados y la Defensoría de los. Habitantes.
A través de estas mesas de trabajo se lograron identificar puntos clave para avanzar hacia los grandes retos modernizantes del transporte público en Costa Rica. Según el director del LANAME, el transporte público en el país es hoy inaceptable para nuestra sociedad, por lo que es urgente implementar cambios significativos. Los ejes de avance identificados fueron los siguientes:
1. Definir un marco normativo claro y efectivo que regule el transporte público.
2. Fortalecer la gobernanza y la coordinación entre los diferentes actores involucrados en el sistema de transporte.
3. Priorizar al usuario, garantizando un servicio seguro, eficiente y de calidad.
4. Modernizar el servicio de autobuses, implementando tecnologías y sistemas que mejoren la experiencia de los usuarios.
5. Impulsar el desarrollo del Tren Rápido de Pasajeros como una alternativa de transporte sostenible y eficiente.
Consideramos que la buena noticia es que esa hoja de ruta identificada por los expertos, tiene un caso de éxito que sirve de experiencia. Hoy es claro que el éxito del pago electrónico implementado en el país, permite crear un derrotero, un camino, una senda que puede transformar positivamente el sistema de transporte. Por ejemplo, en el caso del sistema de pago electrónico es muy pertinente recordar que originalmente fue discutido desde el año 2000, este sistema enfrentó importantes desafíos debido a la falta de coordinación entre las instituciones relevantes. No fue hasta 2017 que se logró un avance significativo, marcando el inicio de un proceso más estructurado que incluyó la creación de la arquitectura del sistema, la formulación de acuerdos dentro de la industria, y el establecimiento de una gobernanza efectiva. Un plan piloto llevado a cabo en 2022 que fue exitoso llevó adelante la iniciativa, y actualmente, se encuentra en una fase de escalabilidad con expectativas de conectar un millar de autobuses al sistema de pago electrónico para finales de 2024. Este ejemplo concreto no sólo muestra cómo se ha abordado un problema específico dentro del sector del transporte público, sino que también ilustra el impacto positivo de una colaboración y coordinación efectivas entre diferentes actores.
Esta experiencia y sobre todo, las enseñanzas en términos de la gobernanza y coordinación interinstitucional, son sumamente útiles para buscar avanzar en otros proyectos como la sectorización que también está en el imaginario de los usuarios desde el año 2000, la electromovilidad que requiere de una gobernanza robusta, pues no es solamente sustituir autobuses de combustión por eléctricos y el control de la calidad del servicio en el servicio bajo normas más modernas, entre otras mejoras sustantivas posibles y deseables.
Es fundamental regresar al usuario al centro de las políticas públicas relacionadas con el transporte, escuchando sus necesidades y prioridades para mejorar su experiencia de movilidad. Asimismo, se debe fortalecer la rectoría y la coordinación entre las diferentes instituciones y actores involucrados en el sistema de transporte, con el objetivo de trabajar de manera conjunta y coordinada hacia la implementación de soluciones efectivas y sostenibles.
Es momento de abandonar las soluciones mesiánicas y unilaterales, aquellas que salen de los oráculos, Hoy solo nos tenemos a nosotros mismos, a nuestra capacidad de diálogo y colaboración, donde todos los actores aporten a la solución de los problemas del transporte público en Costa Rica. Al final, el transporte público no es propiedad de un solo sector, sino que es un bien de uso común de toda la sociedad costarricense. La modernización del transporte público en Costa Rica es viable, es además un desafío impostergable que requiere de la colaboración y el compromiso de todos. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado podremos lograr transformar y garantizar un servicio eficiente, seguro y de calidad para todos los ciudadanos.