Movilidad urbana: más que carreteras, necesitamos un cambio estructural
Randall Murillo Astúa redaccion@larepublica.net | Martes 29 abril, 2025

Randall Murillo Astúa
Director Ejecutivo
Cámara Costarricense de la Construcción
La crisis de movilidad urbana es un problema que no se resolverá solo con más carreteras. Aunque ampliar vías puede ofrecer un alivio temporal, este enfoque no aborda las raíces del problema, y la congestión regresa con mayor intensidad debido a la “demanda inducida”. Al ampliar la infraestructura, más personas utilizan sus vehículos particulares, anulando cualquier ganancia inicial de fluidez y perpetuando nuestra dependencia del automóvil.
El mismo Fondo Monetario Internacional (FMI) ha expresado preocupación por la movilidad urbana en Costa Rica, especialmente en el Gran Área Metropolitana (GAM), destacando el lento tránsito vehicular y su impacto en la calidad de vida y la economía. Este organismo, además del lento tránsito vehicular, señala el impacto que esto provoca en la economía nacional, y enfatiza en la necesidad de una planificación urbana integral y la articulación del sistema de transporte público con la planificación territorial para mejorar la movilidad.
Ante esta lamentable realidad, considero que una solución clave es transformar el sistema de transporte público. Actualmente, las deficiencias en puntualidad, seguridad y comodidad desincentivan su uso. Es necesario integrar modos de transporte como autobuses, trenes y bicicletas en una red eficiente.
Además, el modelo actual, en el cual las rutas de autobuses convergen en el centro de San José y en otras importantes ciudades, genera saturación y pérdida de tiempo. Reorganizar las rutas, con conexiones interurbanas y periféricas, reduciría la congestión y mejoraría la experiencia de los usuarios.
Otro aspecto fundamental es repoblar las ciudades. Hoy, muchas personas viven lejos de sus lugares de trabajo o estudio, lo que incrementa el uso del automóvil y la expansión desordenada de la periferia urbana. Incentivar la densificación urbana con políticas claras, sin demagogia, con incentivos y desarrollos habitacionales accesibles y conectados por transporte público podría revertir esta tendencia.
El transporte de carga también necesita atención. Los camiones pesados que compiten por espacio en las principales vías afectan la movilidad y desgastan la infraestructura. Implementar un sistema masivo para transporte de carga aliviaría la presión sobre las carreteras, mejorando la seguridad y la fluidez vehicular.
Resolver el problema de movilidad urbana requiere más que infraestructura. Es indispensable priorizar un transporte público eficiente, densificar las ciudades y optimizar el transporte de carga. Solo con un enfoque integral lograremos construir ciudades donde la movilidad sea accesible y sostenible.