Multimillonaria china niega burbuja inmobiliaria
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 30 agosto, 2010
Multimillonaria china niega burbuja inmobiliaria
Desde su frondosa terraza del piso 11 en las oficinas de Soho China Ltd., la multimillonaria Zhang Xin recorre con la mirada el horizonte de Pekín en permanente expansión que ella contribuyó a crear. En 2010, los edificios de vanguardia de Zhang, algunos esbeltos como palillos, otros escalonados como terrazas de arroz, formaron parte del mercado inmobiliario más caliente en la Tierra.
Zhang dice que es perfectamente consciente del coro de inversores y economistas que predicen que el auge de las propiedades en China está a punto de quebrar, arrastrando a la economía. Las hipótesis apocalípticas no intimidan a Zhang, que trabajó cuando no tenía un centavo en talleres clandestinos y ascendió hasta Wall Street desafiando la adversidad. Ella espera probar que los escépticos están equivocados también este año apostando centenares de millones de dólares a nuevos edificios en Pekín y Shanghái, informa la revista Bloomberg Markets en su número correspondiente a septiembre.
“Yo no veo ninguna burbuja”, dice Zhang, vestida con un top blanco con escote en V y cierre, pantalones negros y zapatos rojos de taco. “Los próximos meses serán un momento fantástico para comprar”.
Zhang, de 44 años, encarna el avance explosivo de China de la pobreza del régimen comunista de Mao Zedong a la riqueza del capitalismo controlado por el Estado en la tercera economía más grande del mundo. A los 30 años, gracias a una maestría de la Universidad de Cambridge en Inglaterra y a conexiones adquiridas trabajando en Goldman Sachs Group Inc. de Nueva York y Hong Kong, Zhang fundó Soho China con su marido, Pan Shiyi. Una década más tarde, en 2005, la empresa pasó a ser el mayor desarrollador del centro de Pekín, y favorita de los inversores.
Hasta el 3 de agosto, las acciones de Soho China habían subido aproximadamente un 17% en la bolsa de Hong Kong este año, en comparación con una caída de 6,1% en el Índice Inmobiliario Bloomberg Asia Pacífico, que incluye 191 acciones de propiedades. El patrimonio de Zhang alcanza alrededor de $2.200 millones, lo cual la cataloga, junto a Oprah Winfrey, como una de las mujeres que llegaron a su posición por su propio esfuerzo más ricas del mundo, dice Rupert Hoogewerf, cuyo Hurun Report, con sede en Shanghái, hace un seguimiento de los ricos de China.
Los economistas empezaron a pronosticar una burbuja inmobiliaria en China el año pasado cuando su Gobierno inyectó en la economía fondos de estímulo por $585.000 millones. Los bancos estatales siguieron con un récord de derroche de préstamos por $1,4 billones en 2009.
Esto hizo que los precios de las propiedades residenciales aumentaran 68% en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo período en 2009, lo cual llevó a China continental a superar a Hong Kong como el mercado inmobiliario que más se revalorizó en el mundo, dice Knight Frank LLP, asesor en materia de propiedades en Londres. El horizonte de Pekín creció junto con los precios, dejándolo con muchos edificios transparentes desocupados. En el distrito de negocios del centro, 37,5% del espacio de oficinas estaba vacío en el segundo trimestre, según la firma de asesoramiento en propiedades Jones Lang LaSalle Inc. con sede en China
“Es una burbuja grave”, dice Andy Xie, anteriormente economista principal para Asia Pacífico en Morgan Stanley, que en la actualidad trabaja en forma independiente en Shanghái. “Las alarmas están sonando”.
Los analistas dicen que si las propiedades en China caen, lo mismo ocurrirá con su economía. La inversión en propiedades y en sectores afines constituye alrededor del 20% del producto interno bruto del país, según muestra una investigación de Citigroup Inc. La economía, que se expandió 10,3% en el segundo trimestre, podría bajar a 5% en el tercer período si la vivienda cae, dice Jim Walker, economista principal de Asianomics Ltd. con sede en Hong Kong.
Una disminución de la actividad económica repercutiría en toda Asia y más allá, especialmente en los países que suministran el mineral de hierro y otras materias primas.
Entre las medidas tomadas por Pekin ya se aumentaron los requisitos para los anticipos y las tasas de interés en las compras de viviendas, elevaron la proporción de depósitos que los bancos deben mantener en reserva y se les prohibieron a las familias comprar más de una casa nueva.
Desde su frondosa terraza del piso 11 en las oficinas de Soho China Ltd., la multimillonaria Zhang Xin recorre con la mirada el horizonte de Pekín en permanente expansión que ella contribuyó a crear. En 2010, los edificios de vanguardia de Zhang, algunos esbeltos como palillos, otros escalonados como terrazas de arroz, formaron parte del mercado inmobiliario más caliente en la Tierra.
Zhang dice que es perfectamente consciente del coro de inversores y economistas que predicen que el auge de las propiedades en China está a punto de quebrar, arrastrando a la economía. Las hipótesis apocalípticas no intimidan a Zhang, que trabajó cuando no tenía un centavo en talleres clandestinos y ascendió hasta Wall Street desafiando la adversidad. Ella espera probar que los escépticos están equivocados también este año apostando centenares de millones de dólares a nuevos edificios en Pekín y Shanghái, informa la revista Bloomberg Markets en su número correspondiente a septiembre.
“Yo no veo ninguna burbuja”, dice Zhang, vestida con un top blanco con escote en V y cierre, pantalones negros y zapatos rojos de taco. “Los próximos meses serán un momento fantástico para comprar”.
Zhang, de 44 años, encarna el avance explosivo de China de la pobreza del régimen comunista de Mao Zedong a la riqueza del capitalismo controlado por el Estado en la tercera economía más grande del mundo. A los 30 años, gracias a una maestría de la Universidad de Cambridge en Inglaterra y a conexiones adquiridas trabajando en Goldman Sachs Group Inc. de Nueva York y Hong Kong, Zhang fundó Soho China con su marido, Pan Shiyi. Una década más tarde, en 2005, la empresa pasó a ser el mayor desarrollador del centro de Pekín, y favorita de los inversores.
Hasta el 3 de agosto, las acciones de Soho China habían subido aproximadamente un 17% en la bolsa de Hong Kong este año, en comparación con una caída de 6,1% en el Índice Inmobiliario Bloomberg Asia Pacífico, que incluye 191 acciones de propiedades. El patrimonio de Zhang alcanza alrededor de $2.200 millones, lo cual la cataloga, junto a Oprah Winfrey, como una de las mujeres que llegaron a su posición por su propio esfuerzo más ricas del mundo, dice Rupert Hoogewerf, cuyo Hurun Report, con sede en Shanghái, hace un seguimiento de los ricos de China.
Los economistas empezaron a pronosticar una burbuja inmobiliaria en China el año pasado cuando su Gobierno inyectó en la economía fondos de estímulo por $585.000 millones. Los bancos estatales siguieron con un récord de derroche de préstamos por $1,4 billones en 2009.
Esto hizo que los precios de las propiedades residenciales aumentaran 68% en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo período en 2009, lo cual llevó a China continental a superar a Hong Kong como el mercado inmobiliario que más se revalorizó en el mundo, dice Knight Frank LLP, asesor en materia de propiedades en Londres. El horizonte de Pekín creció junto con los precios, dejándolo con muchos edificios transparentes desocupados. En el distrito de negocios del centro, 37,5% del espacio de oficinas estaba vacío en el segundo trimestre, según la firma de asesoramiento en propiedades Jones Lang LaSalle Inc. con sede en China
“Es una burbuja grave”, dice Andy Xie, anteriormente economista principal para Asia Pacífico en Morgan Stanley, que en la actualidad trabaja en forma independiente en Shanghái. “Las alarmas están sonando”.
Los analistas dicen que si las propiedades en China caen, lo mismo ocurrirá con su economía. La inversión en propiedades y en sectores afines constituye alrededor del 20% del producto interno bruto del país, según muestra una investigación de Citigroup Inc. La economía, que se expandió 10,3% en el segundo trimestre, podría bajar a 5% en el tercer período si la vivienda cae, dice Jim Walker, economista principal de Asianomics Ltd. con sede en Hong Kong.
Una disminución de la actividad económica repercutiría en toda Asia y más allá, especialmente en los países que suministran el mineral de hierro y otras materias primas.
Entre las medidas tomadas por Pekin ya se aumentaron los requisitos para los anticipos y las tasas de interés en las compras de viviendas, elevaron la proporción de depósitos que los bancos deben mantener en reserva y se les prohibieron a las familias comprar más de una casa nueva.