“Mundialitis” golpeó el camerino del Saprissa
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Miércoles 17 enero, 2018
La competencia que se vive en el camerino del Saprissa es feroz en el inicio del Torneo Clausura 2018.
En solo tres fechas del campeonato cada jugador busca ganarse la titularidad y de paso enviarle un mensaje al técnico de la Selección Nacional, Óscar Ramírez, para ser convocado entre los 23 que estarán en Rusia.
En estas últimas fechas hemos podido observar puntos altos y bajos de este cuadro que lidera en la cima del torneo, goleando a todos por parejo sin importar el escenario.
El joven Luis Hernández regresó a su casa tras su paso por Grecia y se adueñó de la banda izquierda que le pertenecía a Joseph Mora.
Aportando en defensa con sobriedad y atacando la línea de fondo durante todo el partido, Hernández ha sido una bocanada de aire fresco para el ataque morado.
Por su parte, Michael Barrantes llegó a las filas tibaseñas agigantado. Su nivel de juego lo hacen el mejor de todo el equipo, destaca entre los 11 por su capacidad para correr los 90 minutos, cerrar espacios en el medio campo pero a la vez sumarse en ataque, enviar pases de más de 40 metros y lanzar proyectiles con esa zurda privilegiada.
Además, en ataque Johan Venegas sabe que necesita del gol para mantenerse a tope con David Ramírez, ya que atrás esperan una oportunidad Jonathan Moya, quien terminó el torneo anterior con una importante dosis de anotación o el hondureño Jerry Bengtson que no termina de convencer en el fútbol nacional.
Sin embargo, este ánimo de algunos jugadores de mostrarse a la luz pública y lanzar una señal al cuerpo técnico propio, así como el de la Tricolor, podría poner el desempeño personal por encima del compañerismo.
Lo malo
David Ramírez
El domingo anterior el Deportivo Saprissa venció con solvencia al Cartaginés con marcador 3-0. De las tres anotaciones dos llegaron con la firma de David Ramírez, talentoso delantero que con sobriedad y buena técnica perforó los cordeles del meta brumoso.
Pero, y aquí viene el gran pero; David Ramírez parece haber perdido por un momento la razón de ser de un jugador de fútbol en este deporte en el que juegan 11 futbolistas.
En la jugada del segundo gol del Saprissa, Luis Hernández tomó el balón por el costado izquierdo tras pase de Michael Barrantes, ingresó en diagonal al área grande y observó cómo Venegas ingresaba del segundo poste hacia el punto de penal pero optó por servir a Ramírez quien realizó el movimiento al primer poste y definió en el área pequeña.
Hasta ahí todo bien. Golazo.
Pero a pesar de tener en un 95% el sello de gol por parte de el joven Hernández, Ramírez evade el saludo de su joven compañero, lo ignora y va directamente a celebrarlo con Colindres y Venegas.
Aun así, Ramírez aseguró al final del juego que “Saprissa va primero” y se mantiene el “compañerismo”.
Las reacciones a la actitud del atacante morado no se hicieron esperar y los aficionados fueron contundentes en las redes sociales del club tras ambas anotaciones.
El talento rebosante que le sobra a David Ramírez no va de la mano con antivalores que ha demostrado en su paso por la institución tibaseña.