Municipios S.A.
Ernesto Villalobos evillalobos@larepublica.net | Lunes 10 octubre, 2011
Ley autoriza ejecución de fondos municipales a través de sociedades anónimas
Municipios S.A.
Controles se realizarán tal como en la labor pública
Las constantes críticas contra los municipios por la incapacidad de ejecutar eficientemente sus presupuestos y la cuestionable calidad de sus servicios, podrían pasar a ser recuerdos.
Con la posibilidad de constituir órganos que funcionen como sociedades anónimas, los gobiernos locales se preparan para lo que sería dejar atrás la tramitomanía y la ineficiencia.
Los primeros ayuntamientos que optarán por este modelo son Bagaces, Cañas y Abangares, en Guanacaste, y Osa en Puntarenas.
Estos municipios solo esperan aclarar detalles antes de arrancar su gestión.
La fórmula para lograrlo se ha denominado Sociedades Públicas de Economía Mixta.
A través de esta figura, mientras la administración central de la municipalidad continúa funcionando apegada a la Ley de Administración Pública, la Sociedad Mixta ejecutará las obras que sean necesarias, de manera más expedita, pues se manejará como una sociedad anónima.
Lo anterior implica menos trabas al elegir quién lleve a cabo un proyecto, inmediatez en la orden de arranque y libertad en la contratación de cualquier agregado que sea necesario para la conclusión.
Dichas sociedades se organizarán y funcionarán conforme a las normas del derecho privado, sin que esto las exima de ser sujetas a la legislación que rige para las instituciones públicas.
Parte importante de los resultados de la conformación de dichas sociedades, sería la reducción del personal.
Para la conformación de una de estas nuevas Sociedades Mixtas, se requiere el respaldo de dos tercios de los votos del concejo respectivo.
En ese acuerdo deberá quedar claro el objeto que buscará la Sociedad Mixta, los criterios de escogencia de los socios, la distribución de los poderes entre ellos y cualquier otro detalle pertinente a la conformación o disolución de la sociedad.
Además de la ejecución de obras específicas, estas sociedades estarán en capacidad de establecer alianzas estratégicas con instituciones públicas o del sector privado, que les permitan la culminación expedita de los proyectos.
Asimismo, podrán constituirse en emisores de bonos, obtener concesiones, incursionar en el campo tecnológico e investigativo y realizar o contratar los estudios técnicos o cualquier actividad de preinversión, afines a sus objetivos.
“El modelo está diseñado para permitir que las municipalidades puedan aliarse con el sector privado, y subsanar necesidades de una comunidad, cantón o incluso una provincia”, explicó Juan Marín, ministro de Descentralización.
Un buen ejemplo es la disposición de los desechos.
Con las Sociedades Mixtas, el municipio no estará obligado solamente a cobrar una tarifa para contratar los servicios de un privado que recoge y dispone la basura, sino que tendrá participación mayoritaria en el negocio, profundizó Marín.
A nivel de control, estas sociedades estarán bajo la supervisión de la Contraloría General de la República.
Las Sociedades Mixtas están obligadas por ley a garantizar el acceso a sus estados financieros y a todos los procedimientos administrativos, a las auditorías municipales.
La ley se aprobó en agosto de 2010 y en el país ya se conformaron dos de estas sociedades, aunque una de ellas está en el proceso de selección.
Una de las Sociedades Mixtas está en Guanacaste y es el resultado de la alianza entre los municipios de Cañas, Bagaces y Abangares, cuyo objetivo es construir un relleno sanitario, así como garantizar la recolección y disposición de los desechos sólidos de sus cantones.
En forma similar, el Concejo de Osa aprobó hace un mes la conformación de una Sociedad Mixta.
En su caso, los objetivos que procuran alcanzar tienen que ver con el mantenimiento y reparación de las vías, la recolección y manejo de los desechos sólidos, el aseo y ornato cantonal y el mantenimiento de parques y zonas verdes.
“Como primer paso, vamos a trasladar a la Sociedad Mixta equipo pesado que actualmente está deteriorándose y no podemos arreglar, para que sea vendido. Eso nos va a proveer de ¢480 millones, que se van a invertir en obra civil”, arguyó Alberto Cole, alcalde de Osa.
Además, vamos a percibir cerca de ¢600 millones por la venta del que se usó en mantenimiento vial y que lleva años sin venderse, sumó Cole.
Las proyecciones que han hecho en Osa también hablan de una reducción sustancial en el gasto que actualmente les representa el pago de su planilla; amparados en el funcionamiento paralelo de la Sociedad Mixta.
Se trata de pasar de unos ¢200 millones anuales, en salarios del área operativa, a no más de ¢35 millones.
Precisamente ese es uno de los factores que han recibido más críticas, de parte de los detractores de las sociedades.
“Lo que está por acontecer en Osa, no es más que un experimento que va a terminar en el despido de muchos trabajadores municipales y la precarización de las condiciones laborales”, indicó Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net
Municipios S.A.
Controles se realizarán tal como en la labor pública
Las constantes críticas contra los municipios por la incapacidad de ejecutar eficientemente sus presupuestos y la cuestionable calidad de sus servicios, podrían pasar a ser recuerdos.
Con la posibilidad de constituir órganos que funcionen como sociedades anónimas, los gobiernos locales se preparan para lo que sería dejar atrás la tramitomanía y la ineficiencia.
Los primeros ayuntamientos que optarán por este modelo son Bagaces, Cañas y Abangares, en Guanacaste, y Osa en Puntarenas.
Estos municipios solo esperan aclarar detalles antes de arrancar su gestión.
La fórmula para lograrlo se ha denominado Sociedades Públicas de Economía Mixta.
A través de esta figura, mientras la administración central de la municipalidad continúa funcionando apegada a la Ley de Administración Pública, la Sociedad Mixta ejecutará las obras que sean necesarias, de manera más expedita, pues se manejará como una sociedad anónima.
Lo anterior implica menos trabas al elegir quién lleve a cabo un proyecto, inmediatez en la orden de arranque y libertad en la contratación de cualquier agregado que sea necesario para la conclusión.
Dichas sociedades se organizarán y funcionarán conforme a las normas del derecho privado, sin que esto las exima de ser sujetas a la legislación que rige para las instituciones públicas.
Parte importante de los resultados de la conformación de dichas sociedades, sería la reducción del personal.
Para la conformación de una de estas nuevas Sociedades Mixtas, se requiere el respaldo de dos tercios de los votos del concejo respectivo.
En ese acuerdo deberá quedar claro el objeto que buscará la Sociedad Mixta, los criterios de escogencia de los socios, la distribución de los poderes entre ellos y cualquier otro detalle pertinente a la conformación o disolución de la sociedad.
Además de la ejecución de obras específicas, estas sociedades estarán en capacidad de establecer alianzas estratégicas con instituciones públicas o del sector privado, que les permitan la culminación expedita de los proyectos.
Asimismo, podrán constituirse en emisores de bonos, obtener concesiones, incursionar en el campo tecnológico e investigativo y realizar o contratar los estudios técnicos o cualquier actividad de preinversión, afines a sus objetivos.
“El modelo está diseñado para permitir que las municipalidades puedan aliarse con el sector privado, y subsanar necesidades de una comunidad, cantón o incluso una provincia”, explicó Juan Marín, ministro de Descentralización.
Un buen ejemplo es la disposición de los desechos.
Con las Sociedades Mixtas, el municipio no estará obligado solamente a cobrar una tarifa para contratar los servicios de un privado que recoge y dispone la basura, sino que tendrá participación mayoritaria en el negocio, profundizó Marín.
A nivel de control, estas sociedades estarán bajo la supervisión de la Contraloría General de la República.
Las Sociedades Mixtas están obligadas por ley a garantizar el acceso a sus estados financieros y a todos los procedimientos administrativos, a las auditorías municipales.
La ley se aprobó en agosto de 2010 y en el país ya se conformaron dos de estas sociedades, aunque una de ellas está en el proceso de selección.
Una de las Sociedades Mixtas está en Guanacaste y es el resultado de la alianza entre los municipios de Cañas, Bagaces y Abangares, cuyo objetivo es construir un relleno sanitario, así como garantizar la recolección y disposición de los desechos sólidos de sus cantones.
En forma similar, el Concejo de Osa aprobó hace un mes la conformación de una Sociedad Mixta.
En su caso, los objetivos que procuran alcanzar tienen que ver con el mantenimiento y reparación de las vías, la recolección y manejo de los desechos sólidos, el aseo y ornato cantonal y el mantenimiento de parques y zonas verdes.
“Como primer paso, vamos a trasladar a la Sociedad Mixta equipo pesado que actualmente está deteriorándose y no podemos arreglar, para que sea vendido. Eso nos va a proveer de ¢480 millones, que se van a invertir en obra civil”, arguyó Alberto Cole, alcalde de Osa.
Además, vamos a percibir cerca de ¢600 millones por la venta del que se usó en mantenimiento vial y que lleva años sin venderse, sumó Cole.
Las proyecciones que han hecho en Osa también hablan de una reducción sustancial en el gasto que actualmente les representa el pago de su planilla; amparados en el funcionamiento paralelo de la Sociedad Mixta.
Se trata de pasar de unos ¢200 millones anuales, en salarios del área operativa, a no más de ¢35 millones.
Precisamente ese es uno de los factores que han recibido más críticas, de parte de los detractores de las sociedades.
“Lo que está por acontecer en Osa, no es más que un experimento que va a terminar en el despido de muchos trabajadores municipales y la precarización de las condiciones laborales”, indicó Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net