¡Murray ascendente!

Soberano en Miami superó a Federer y a Ferrer en el ranking de la ATP

Se alborotó el ranking de la ATP en la cima de la clasificación; a pesar de ser derrumbado apenas en la cuarta ronda del Abierto de Miami, el serbio Novak Djokovic mantuvo el primer lugar, pero ahora tiene de vecino al pelirrojo Andy Murray, quien ayer escapó de la derrota en el llamado

“Quinto Grand Slam”, ganó la final y metió al español David Ferrer en una nueva frustración.
En un duelo repleto de errores, Murray logró salvar un punto de partido, sumó el título 26 de su carrera, el segundo este año y despachó a Ferrer 2-6, 6-4 y 7-6 (1), un tenista especialista en llegar a instancias semifinales y finales y perderlas.
En todo caso, Ferrer recuperó el cuarto lugar del escalafón, dejándole la tercera casilla al veterano Róger Federer al que empiezan a pesarle los años, ante la potencia de la nueva generación de raquetas.
Miami continúa inasequible para el tenis español que lleva seis finales en busca de este trofeo sin éxito. Murray, en una extraña final, con altibajos por ambos lados, y con 15 roturas, revalidó el título obtenido en 2009.
Ferrer, que cumplirá 31 años mañana martes, tuvo el partido en su mano en el duodécimo juego del tercer set (6-5) cuando después de recurrir tres veces al fisioterapeuta de la ATP por calambres en la parte externa del muslo izquierdo, dispuso de bola de partido.
En esa jugada tomó una decisión equivocada al pedir la última revisión de “Ojo de Halcón” en una bola dudosa a la línea de fondo del escocés.
La bola dio claramente dentro y la oportunidad de Ferrer se esfumó porque en el desempate el español se presentó derrotado, cansado y con demasiados fallos y Murray lo tuvo fácil para imponerse con claridad.
El partido comenzó de cara para el español que tras salvar dos puntos de rotura en el primer juego se colocó con ventaja 5-0. Murray, fuera de la pista, cometió 19 errores no forzados pare entregar este parcial.
Los mismos 19 fallos de Ferrer en el segundo sentenciaron el segundo acto para el británico, que a pesar de sus dobles faltas logró apuntárselo.
El tercero fue una constante ruleta rusa, con seis roturas consecutivas y varios puntos disputados hasta la extenuación, uno de ellos con 29 intercambios. El físico de Ferrer, que casi siempre le ha dado un privilegiado dominio ante sus rivales en partidos que se alargan, le pasó factura esta vez.
Murray sacó provecho de esa resurrección y tuvo la serenidad y la experiencia para materializar una victoria que le otorgó un cheque por $719.160.

Gaetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net y EFE