Nadal, el Clark Kent del tenis

En la biografía “Rafa. Mi historia”, el escritor británico John Carlin compara a Nadal con Superman y Clark Kent: un hombre discreto y hasta tímido que luego se convierte en un superhéroe cuando se pone el traje, que en el caso de Rafa es cuando empuña una raqueta.

“Lo que más sorprendía de aquel Nadal era su timidez fuera de la pista y su descaro dentro de ella, lejos de la cancha seguía siendo un niño, pero una vez que la pisaba su comportamiento era ya el de un profesional, te miraba como tal, jugaba con un ritmo muy alto y una intensidad elevada para su edad”, recordó Corretja en un artículo en el diario El Mundo hace unos años, ratificando su doble personalidad dentro y fuera del rectángulo de juego.

En la pista, especialmente en arcilla, Rafa es un guerrero infatigable, que se transforma cuando la raqueta está en su mano izquierda.

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“Rafa es un superhéroe y al mismo tiempo reconocible como ser humano. Por eso yo lo veo como si fuera a la vez Clark Kent y Superman, una analogía que gustó mucho a su entorno y equipo de trabajo porque lo ven también así. Su gran mérito es haber alcanzado esa cima a base de esfuerzo y disciplina sin dejar de ser Rafael”, añadió Carlin, coautor junto al protagonista, de su biografía.

Las lesiones por poco lo dejan fuera de esta carrera pero su espíritu, cual León de Crimea, lo llevó a levantarse con su fortaleza física y mental sobrehumana para seguir dándoles alegrías a los amantes del deporte blanco.

En Francia, su nombre es significado de éxito y lo volvió a hacer al conseguir la Décima en la capital francesa.

“Volver a la final y ganar el décimo título aquí es increíble. Estoy muy emocionado”, dijo en francés al público de la pista central tras vencer en la final al suizo Stan Wawrinka.

“El sentimiento que tengo es indescriptible. La adrenalina que siento jugando aquí es imposible de comparar con otro lugar. Es el torneo más importante de mi carrera”, afirmó el de Manacor.

Tal es el furor que generó el diez veces campeón de Roland Garros que el presidente de la Federación Francesa de Tenis dijo en una entrevista que Rafa tendrá su estatua.

El título de Roland Garros en 2005, superando en la final al argentino Mariano Puerta, supuso su entrada definitiva entre los grandes. Y el inicio de su cuento de hadas en París.

Número 1 mundial, medallas de oro olímpicas (individual en 2008, dobles en 2016), duelos ya míticos contra Federer como la final que ganó el español en Wimbledon en 2008.

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La carrera de Nadal ha sido la historia de un éxito.

Los éxitos no han tardado en llegar y, tras ser subcampeón en el Abierto de Australia, Nadal ha vuelto al trono de Francia y acecha ya el número 1 del ranking.