NBA perdió su taquicardia
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Miércoles 10 mayo, 2017
En los últimos tres años la NBA se volvió una saga y todo pareciera indicar que al llegar las finales en junio, tendremos la trilogía del Warriors-Cavaliers.
Lamentablemente para el deporte de los “gigantes”, los resultados se volvieron predecibles y se tornó un juego muy sano para quienes sufren de arritmia.
Años atrás los partidos de postemporada eran de dientes apretados, donde se decidía el ganador hasta que sonara la chicharra. Las palpitaciones se elevaban y los nervios hacían estragos con el sistema respiratorio, nervioso y cardiaco.
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Hoy esto no sucede, desde hace tres años solo dos equipos tienen la sangre para llegar a la final y se perdió un poco el dramatismo del juego.
En la NBA hace un tiempo que manda la lógica. No por nada en las dos últimas finales estuvieron los mismos protagonistas: el mejor jugador del mundo, LeBron James, contra el mejor equipo del planeta, Golden State.
Ambos equipos son los únicos en avanzar a las finales de Conferencia con barridas 4-0. Los Cavs apartaron del camino a los Pacer y Toronto, mientras Golden State hizo lo mismo con Portland y Utah.
En el Oeste, las cosas son un poco menos claras con Houston y San Antonio, pero también parecen decantar hacia un horizonte
Afirmar que San Antonio sigue dando cátedra de equipo como hizo en la mayor parte de la era Popovich sería una mentira.
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Tiene lapsos, por supuesto, en los que su ataque busca el tan mentado “pase extra”, pero está lejos de aquel “estilo FIBA” que supo pregonar a lo largo del tiempo y que rompió con el esquema de individualidades de la NBA. Aun así están lejos del nivel de los de la Bahía.
Los californianos caminan la postemporada cantándole al buen básquet. A algunos no les gusta ese juego rápido, de transición, con tiros a distancia como arma recurrente. No obstante, su efectividad es letal y si el veneno mata, por qué cambiarlo.
Su entrenador, Steve Kerr, logró constituir un grupo en el que conviven cuatro estrellas y todas se lucen. Los Warriors son el equipo donde mayor cantidad de canastas llegan tras asistencias: 30 por partido, una de las cinco mejores marcas de la historia de la NBA.
Además, las dificultades de sus rivales para marcar las enormes variantes ofensivas les permiten tener un porcentaje de acierto de casi el 50% y a tres hombres (Steph Curry, Kevin Durant y Thompson) con más de 22 puntos por juego en la temporada regular.
Contrariamente a lo que sucede con un equipo que intenta un juego similar en la ofensiva, como Houston, el compromiso defensivo de Golden State es total: es el segundo equipo que menos puntos permite por cada 100 posesiones rivales; el ritmo frenético que imprimen les permite ser líderes de la liga en robos y la intensidad en el marcaje los ubica como el plantel con más tapas. Los estilos, probablemente, choquen en la antesala de la final. Puede no ocurrir; sería una pena que no se diera. El mundo del básquet lo espera.
Semifinales de Conferencia
Oeste
Golden State (1)-Utah (5)
Ganó: Golden State 4-0
San Antonio (2)-Houston (3)
2-2*
Este
Boston (1)-Washington (4)
2-2*
Cleveland (2)-Toronto (3)
Ganó: Cleveland 4-0
*Resultados sin contar los partidos de anoche