Ni Infinito Gold, ni coligalleros: es tiempo de invertir en el pueblo de Crucitas
Amanda Núñez amandanunez.asesora@larepublica.net | Viernes 21 agosto, 2020
Jorge Lobo
Biólogo
Universidad de Costa Rica
Entre tanta discusión sobre Crucitas, es importante recordar que esta zona no es solo la finca minera.
Es un pueblo lleno de productores, agricultores, y emprendedores costarricenses que lo que buscan es una oportunidad para desarrollarse.
Si se quiere salvar esta zona, se debe trascender el debate de si legalizar la minería o no, y potenciar el desarrollo de la producción agrícola, ganadera, y láctea ya existente en el área.
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Es necesario ofrecer condiciones especiales de financiamiento, favoreciendo a los pequeños productores.
Estas personas no cuentan con una demanda o mercado estable y regulado, ni seguros de cosecha que los proteja ante imprevistos ambientales.
Lo que se necesita es un acompañamiento gubernamental para que se puedan generar inversiones locales.
Muchas veces se quiere una solución rápida, pero con solo ver en nuestra historia latinoamericana como en México, Brasil, Chile, hay cientos de ejemplos de empresas mineras que llegan, extraen, y luego se van, dejando pobreza en su camino.
Le dejan al Estado unos años de ingresos en impuestos, pero se llevan mucho más de lo que traen.
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El desarrollo verdadero viene de la inversión productiva.
Es un proceso paulatino, donde se incorporan las necesidades de la comunidad a la hora de tomar decisiones, pero por esto mismo es que sus beneficios son más longevos, tal y cómo se ha visto en pueblos como San Carlos, Pital, Guatuso, entre otras.