Nike y Golfsmith deben repensar estrategias para el golf
Bloomberg | Sábado 06 agosto, 2016
La decisión de Nike de dejar de vender equipos de golf y una posible declaración de quiebra de la cadena minorista Golfsmith está generando temores de que la popularidad menguante del deporte esté afectando a las compañías que prosperan gracias a él.
Los “millennials”, claves para el futuro del deporte, rehúyen este juego caro y con una gran demanda de tiempo a favor de actividades de gratificación más instantánea como Pokémon Go y los maratones de Netflix.
Es una mala noticia para empresas como Nike y Adidas, que en mayo estaba iniciando negociaciones con posibles compradores para el grueso de su unidad de golf, TaylorMade, que genera unos $1.000 millones en ventas anuales.
“En cualquier deporte, es indispensable la participación de los jóvenes para impulsar el crecimiento a largo plazo. Hace falta un plantel de gente más joven de 20 a 25 años que se dedique a este juego durante 20, 40 años. Eso no se ve en un nivel suficiente”, dijo Brian Yarbrough, analista en Edward Jones, que cubre Nike.
El número de golfistas estadounidenses cayó hasta 24,1 millones en 2015 desde un pico de 30,6 millones en 2003 durante el apogeo de la locura Tiger Woods, según la Fundación Nacional de Golf. Esa disminución entre los jóvenes resulta aún más perturbadora: la tasa de participación cayó un 30% en los dos últimos decenios.
Woods, que ganó 14 grandes campeonatos, contribuyó a alimentar el interés por el golf a fines de la década de 1990 y comienzos de los 2000. Pero la popularidad del deporte menguó cuando suspendió su actividad luego de un accidente frente a su casa de Florida en 2009 que derivó en una admisión de infidelidad matrimonial.
El gasto de los consumidores en equipos de golf en Estados Unidos se ha mantenido mayormente desinflado en los últimos ocho años. En un entorno minorista de por sí flojo, en el cual las empresas deben aumentar las promociones para impulsar las ventas, las compañías de indumentaria deportiva se están viendo obligadas a abandonar áreas con márgenes más pequeños que no generan suficientes ingresos.
Las ventas de la división golf de Nike cayeron un 8,2% hasta $706 millones en el año fiscal que cerró en mayo. Fue, por ende, la categoría importante de peor desempeño de la compañía.
La marca de indumentaria deportiva más grande del mundo obtiene un 90% de los ingresos de la ropa y el calzado deportivos.