No le permitamos a los jerarcas del ICE, supeditar nuestro futuro a sus intereses
Ricardo Trujillo gerencia@fibrotel.cr | Jueves 13 julio, 2023
Ricardo Trujillo Molina, MScEE
gerencia@fibrotel.cr
La noticia no puede ser más reveladora, los actuales jerarcas del ICE pretenden con una ley especial que cuenta con la venia del poder ejecutivo, y cuyo proyecto está en discusión en la asamblea legislativa y ha sido diseñado para satisfacer los intereses de su nueva camarilla, saltarse la regla fiscal y seguir endeudándose a su antojo, aprovechándose de la problemática que han heredado de sus antecesores, por falta de planificación adecuada para el futuro del servicio nacional eléctrico.
No es cierto que el futuro de la creciente demanda de energía eléctrica a requiera de más plantas centralizadas propiedad del ICE, ni que requiera de más subestaciones y líneas de distribución durante todas las épocas del año. Su presidente ejecutivo miente descaradamente al justificar la necesidad de nuevos empréstitos para suplir la falta de infraestructura bajo su control durante todo el año. No habrá apagones a mediano plazo si el ICE no sigue construyendo plantas, subestaciones y nuevas líneas. Esa gran falacia será puesta en evidencia y demostrada como tal en los próximos días y con sumo detalle por las cámaras y por los habitantes en general.
La era de la generación eléctrica centralizada ha llegado a su fin. Es decir, la era de la explotación de los recursos energéticos de zonas específicas del país, como son las de guanacaste y de su transmisión hacia los centros de consumo que están en la meseta central. Contamos con una nueva ley, la 10,086 o de generación eléctrica distribuida, que permite que todos en el país explotemos para nuestro autoconsumo y venta de excedentes, la energía solar que nos llega a nuestros techos y que podemos convertir en electricidad con paneles solares fotovoltaicos y con generación electrónica de corriente alterna. Esa ley ha sido torpedeada por el ICE y la CEDET desde su concepción, y es la que podría permitirle al servicio nacional eléctrico, incrementar hasta en un 100% la potencia total de generación eléctrica de todo el país (1,800 MW), sobre todo durante los meses secos del verano durante los próximos 10 años, sin necesidad de que el ICE se vea obligado a construir nuevas líneas de distribución, subestaciones y plantas para la temporada seca del verano y para las horas del mediodía durante todo el año. Esta generación eléctrica distribuida para llegar a los usuarios no requiere de líneas adicionales, ni de subestaciones, ni de plantas centralizadas.
El que el ICE haya enfrentado problemas financieros durante estos pasados meses por la compra de energía al MER y para la compra de bunker a RECOPE es debido precisamente a que no se les permitió a los abonados de todo el país, invertir en la instalación de sus propias plantas solares. Hemos perdido más de 7 años en proyectos piloto y en reglamentos que antepusieron más requisitos burocráticos y costos innecesarios que lo que permitieron en permisos de instalaciones.
Si le permitimos a los jerarcas del ICE, que ahora cuentan con el beneplácito de la presidencia de la república, seguir endeudándose a su antojo saltándose la regla fiscal, nunca vamos a ver rebajas en las tarifas eléctricas. La tendencia hacia ese nuevo despilfarro es notoria. El superávit del último periodo contable reportado no fue aplicado a la rebaja en tarifas eléctricas, ni se utilizó para la compra de bunker o de compras al MER. Solo ha servido para incrementar sus ganancias a la par que le ingresaban US$ 150 millones en un nuevo préstamo que tampoco sirvió para nuevas plantas, sino que para su continuo flujo de gastos internos.
Si le permitimos a los actuales jerarcas del ICE salirse con la suya, seremos victimas de un futuro económico supeditado a más altas tarifas para seguir pagando sus altas deudas, lo que ellos denominan sin descaro alguno como ¨sano nivel de deudas¨. El ICE no va a emplear esos nuevos préstamos en construcción de plantas de bajo costo de producción como serían las solares, sino que seguirá construyendo plantas geotérmicas e hidroeléctricas de altísimo costo de generación por Kilovatio hora como esta bien detallado en su plan de expansión de la generación eléctrica.
Las plantas solares que el país necesita no requieren de más deuda pública o del ICE. Perfectamente pueden ser construidas y operadas por empresas privadas que compitan en licitación regulada por la Aresep para su venta de energía al ICE y demás empresas eléctricas del país.
En la mayoría de los países del mundo así se hace. Se licita el menor precio por kilovatio hora y se adjudica en base a ese menor precio, lo cual beneficia a los abonados y al país en general. Los precios de la tecnología solar fotovoltaica ya permiten ofrecer esa energía a 3, 4 o 5 centavos de dólar por kilovatio hora. Es cuestión de abrir los topes que las leyes del pasado le han impuesto a la empresa privada y a los abonados en general. No es con leyes para saltarse la regla fiscal como se va a lograr ese avance en reducción de tarifas eléctricas. No caigamos en la trampa, después de aprobada esa ley, no será fácil que el ICE alguna vez salga de su exorbitante deuda que ya volvió a los 4 billones de colones. No seamos el pato de la fiesta como ya lo son los porteños a quienes los acaban de garrotear con un incremento del 10% en tarifas eléctricas. Sepamos defendernos de los embustes monopólicos como el que está tramando la jefatura del ICE en asocio con la presidencia de la república.