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Miércoles, 30 de octubre de 2024



EDITORIAL


No hicieron bien su trabajo

Los diputados no estudiaron ni debatieron a tiempo el nuevo proyecto de la Ley de Tránsito y ahora esta debe entrar en vigencia habiéndose reconocido que está mal y hay que modificarla

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 01 marzo, 2010


Editorial


La nueva Ley de Tránsito, que rige a partir de hoy en el país, hará cambiar de hábitos a la fuerza, por medio del castigo, a los costarricenses que conducen vehículos. Sin embargo, otras cosas que también requieren cambios siguen igual. Por ejemplo, la imagen que muestra la Asamblea Legislativa a veces. Si la población ha dado muestras sobradas de un comportamiento inclinado a la indisciplina y conduce vehículos exhibiendo una mala educación y una especie de anarquía en la calle, muchos de nuestros legisladores lo que han exhibido es algo que avergüenza: han dado un desastroso espectáculo de irresponsabilidad. Aquí se procura respetar el derecho de los ciudadanos a vivir la democracia plenamente durante una campaña política y eso está muy bien. Así debe ser. No obstante, cada persona tiene su responsabilidad laboral y de acuerdo con las circunstancias, así debe actuar. Nuestros diputados en cambio, teniendo el tiempo para poder discutir un proyecto de tanta importancia como una nueva Ley de Tránsito que debía aprobarse o no con fecha fija, no fueron convocados y entonces, sin quejarse por ello ni hacer nada para cambiar esa situación y cumplir con sus obligaciones, dejaron de sesionar, simplemente. Muchos piensan que lo hicieron para dedicarse a la campaña electoral. Fuera como fuera, la verdad es que luego aprobaron una Ley de Tránsito que puso en aprietos a todos, desde la población hasta las autoridades, porque debe empezar a cumplirse hoy pero está tan cargada de posibles errores y hasta de falta del mínimo sentido común, que nadie sabe con certeza lo que debe hacer y se han tenido que dar directrices para que no se apliquen los castigos con rigurosidad porque en muchos casos la nueva normativa no tiene ni siquiera la debida reglamentación. Qué falta de seriedad, qué vergüenza, qué poco profesionalismo y dignidad exhibe un país cuando ocurren cosas como esta. Los costarricenses nos veremos obligados a cumplir la ley por medio de fuertes castigos, en vez de hacerlo por cultura. Y nuestros legisladores han dado un mal ejemplo que, como tantos otros, permea luego al resto de la sociedad y cunden la mala educación, la irresponsabilidad y las conductas incorrectas y de consecuencias nefastas.









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