Nota de Tano: Contra Túnez jugamos a lo “puro Macho”
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 02 abril, 2018
Contra Túnez jugamos a lo “puro Macho”
Con Óscar Ramírez no hay sorpresas: ni en sus convocatorias, ni en los partidos.
El juego que se perdió contra Túnez se jugó a lo “puro Macho”, reedición de partidos anteriores.
Óscar Ramírez juega a no perder, a que a su equipo no lo aplasten; si puede gana, mete un golcito o dos por ahí, aprovechando una descolgada, un contrataque, una individualidad o una acción de bola muerta y punto, como sucedió ante Estados Unidos en Nueva Jersey o ahora frente a Escocia, excepción a la regla.
Las declaraciones del técnico de la Selección Nacional previas al cotejo ante los tunecinos, dejaban claro el escenario: “vamos a protegernos de la intensidad del rival”. El estratega sabía que enfrentaba a la mejor selección africana, con un largo invicto a cuestas y que no era cajeta el partido.
Y eso hizo Costa Rica ante Túnez: protegerse el 80% del juego y en el cierre, aprovechar que el rival bajó la presión, quizá se cansó, se debilitó físicamente y fue cuando Costa Rica con los ingresos de Josué Mitchell y de Yendrick Ruiz arriesgó un poco más en ataque y hasta tuvo el empate, malogrado por el espigado ariete generaleño.
¿Qué pasó?
Que la Selección Nacional fue arrollada por Túnez, pero Túnez no es España. Los españoles nos pasaron por encima y nos metieron cinco; a la Argentina le clavaron seis: son una potencia mundial.
Túnez no lo es, y analicen que no lo es, repasando que a pesar de su dominio envolvente, de que nos pasó por encima y por debajo, solo metieron un gol, pegaron un remate en el poste, pero no obligaron a Keylor Navas a intervenciones determinantes.
Diferencia radical entre una potencia mundial y otra que en el escalafón de la FIFA anda en posiciones parecidas a la nuestra.
Para bien o para mal, Óscar Ramírez no nos engaña y hasta nos avisa cómo es que va a jugar su equipo. Asegurarse en defensa para que no nos aplasten; sostener un 0-0 o un resultado decoroso hasta donde alcance y si el rival lo permite, como lo hizo Túnez, armar una escaramuza ofensiva en procura de un premio, de un gol, por el que no se trabaja desde el principio por temor a ser goleados.
Así se escribe la historia y salvo imprevistos que existen, en Rusia se les va a jugar a Serbia y a Suiza como a Túnez; también frente a Brasil: probablemente los suramericanos nos aplasten como lo hizo España, pero también, jugando a “lo Macho” se pueda pescar algo ante serbios y suizos para lavarnos la cara.
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