¡Nuestra política exterior sí tiene rumbo!
Arnoldo André despacho-canciller@rree.go.cr | Lunes 20 marzo, 2023
Dr. Arnoldo André
Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica
La política exterior costarricense es política de Estado y sus bases son la defensa y promoción de los derechos humanos, el multilateralismo, la acción por el clima y protección del océano, la defensa de la soberanía, el desarme y la promoción de la paz. Bajo esos ejes de acción, hemos definido una ruta clara, con logros importantes para Costa Rica que están orientados a favorecer la reactivación económica del país y a heredar una mejor Costa Rica a las generaciones futuras.
Conscientes de los desafíos globales y locales, hemos articulado un diálogo franco con países amigos que, históricamente, han apoyado los intereses de Costa Rica y, recientemente, hemos fortalecido nuestras relaciones bilaterales con Asia y Medio Oriente: dos regiones estratégicas, competitivas, innovadoras y dispuestas a tender puentes, sin importar las distancias geográficas.
Tanto desde la acción bilateral como multilateral los objetivos son claros, hay planificación de cada una de las actividades y somos capaces de enumerar resultados.
Aquí no se vende humo. Durante nuestra gestión, hemos utilizado cada plataforma multilateral para mantener nuestro liderazgo en la defensa y promoción de los derechos humanos y de forma enérgica hemos expuesto a los organismos internacionales y a países aliados la necesidad de un nuevo enfoque de cooperación multidimensional y la urgencia de disponer de recursos para garantizar una migración segura, ordenada y regular.
Gracias a ello, en diciembre pasado, Costa Rica recibió un fondo del Global Concessional Financial Facility (GCFF) del Banco Mundial orientado a la atención de los desafíos migratorios y en mi más reciente visita a Suiza, en febrero pasado, se reafirmó el compromiso del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de Migraciones (OIM) de fortalecer el apoyo económico para que Costa Rica pueda hacer frente a los desafíos migratorios.
Nuestra agenda de derechos humanos subraya la necesidad de garantizar más y mejores oportunidades para las mujeres y las niñas, las minorías, para los habitantes de zonas rurales y costeras, y ser consecuentes en las acciones en favor del derecho humano a un ambiente sano, saludable y sostenible.
El cambio climático nos preocupa y nos ocupa. En línea con nuestra agenda de diplomacia azul, el país ha hecho el llamado para la eliminación de los plásticos de un solo uso, la descarbonización y la implementación de una prórroga precautoria para el inicio de la minería de fondos marinos, dándole siempre prioridad a la investigación científica para la toma de decisiones. A la vez, junto a Francia, seremos coanfitriones de la próxima cumbre de Naciones Unidas sobre el Océano, que se celebrará en el año 2025, con una reunión previa en Costa Rica, en el año 2024.
En febrero pasado, participamos en Naciones Unidas, en Ginebra, en la sesión de apertura del Consejo de Derechos Humanos, donde Costa Rica ocupa una silla para el período 2023-2025. Ahí, tuvimos la oportunidad de reafirmar nuestro compromiso con la defensa de la universalidad de los derechos humanos y, a la vez, manifestar nuestro reproche a la violación de garantías básicas en Nicaragua.
En ese mismo orden de ideas, y con un claro interés en proyectarnos frente al mundo como un país comprometido con la paz y el desarme, lideramos en febrero pasado, la Conferencia Regional sobre el Impacto Social y Humanitario de las Armas Autónomas, en donde 33 Estados de América Latina y el Caribe coincidieron en la urgente necesidad de negociar un instrumento jurídicamente vinculante, con prohibiciones y regulaciones, respecto a la autonomía en los sistemas de armas para garantizar un control humano significativo.
Es la primera vez que una región del mundo se reúne fuera de los confines de la Organización de las Naciones Unidas, sede Ginebra, para con una sola voz, exhortar a fortalecer el marco jurídico internacional existente sobre este tema. Ocurrió en Costa Rica y gracias a la acción diplomática de nuestro ministerio.
Con los países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y la Alianza para el Desarrollo en Democracia (Panamá, Ecuador y República Dominicana) hemos trabajado de forma articulada en materia de acción por el clima, defensa de las democracias y atención de los desafíos migratorios en la región y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). También, a finales de este mes de marzo, lideraremos junto a los Estados Unidos, la Cumbre por la Democracia, con una agenda enfocada en juventudes y en la importancia de la defensa de los valores democráticos en la región.
Todo ello, se gesta a partir del diálogo que ejerce nuestra diplomacia costarricense, mediante reuniones presenciales en nuestra Cancillería, la acción de nuestras embajadas y consulados en el exterior y mediante viajes con intensas agendas de trabajo que se traducen en réditos para Costa Rica.
Acción bilateral. En nuestra más reciente gira a Emiratos Árabes Unidos, Türkiye, Arabia Saudita e Israel, no solo fortalecimos esa cercanía con Medio Oriente, sino que hay tangibles que benefician a la población costarricense mediante el comercio, el intercambio académico, el turismo y la atracción de inversiones. En cada uno de esos países, el nombre de Costa Rica se posiciona como un destino confiable para invertir, debido a que somos un país que goza de estabilidad social y política en la región, con seguridad jurídica y capital humano dispuesto a ser competitivo.
Para Costa Rica estar en Medio Oriente es fundamental. La construcción de acuerdos y el desarrollo de la confianza en esa región se construye a partir de la presencialidad. El diálogo franco tiende puentes y es una herramienta ineludible para avanzar en la dirección que hemos trazado.
La creación de dos consejos de negocios Costa Rica-Dubai y Costa Rica-Arabia Saudita, el camino zanjado para la apertura de embajadas y oficinas comerciales entre Costa Rica y Arabia Saudita, sentar las bases para proyectos de cooperación en materia de infraestructura, intercambio entre universidades y entre sectores culturales y artísticos, y el fortalecimiento del ecosistema emprendedor costarricense con universidades en Türkiye e Israel, así como el interés manifiesto de grupos empresariales de esos cuatro países en venir a explorar futuras inversiones en Costa Rica, forman parte de los tangibles de la gira de trabajo en Medio Oriente. Prueba de ello, que el próximo 27 de marzo recibiremos a una delegación de alto nivel del Ministerio de Inversiones del Reino de Arabia Saudita.
Desde el inicio de la administración Chaves Robles, hemos trabajado en alianza con el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX), la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) y Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE), porque estamos convencidos de que la política exterior se construye mediante equipos multidisciplinarios dispuestos a tejer redes y a transitar una ruta de objetivos comunes. No podemos quedarnos en la recalcitrante idea de que cada institución en lo suyo: somos un equipo cuya misión es posicionar a Costa Rica como un país idóneo para invertir para que esto se traduzca en mejores oportunidades y más empleos. Ejemplo de ello, la reciente firma del tratado de libre comercio (TLC) con Ecuador.
Nuestro accionar es responsable y planificado. En esa línea, hemos hecho nombramientos de embajadores en función de las capacidades financieras de nuestra institución y se ha hecho un balance entre el nombramiento de embajadores de carrera y embajadores designados en comisión, basándonos en los estándares de calidad, la paridad de género y la experiencia comprobada.
Decía la escritora estadounidense Emily Dickinson que “la buena suerte no es casual, sino producto del trabajo”. Nuestra política exterior sí tiene rumbo; la ruta es la defensa del multilateralismo, los derechos humanos y la seguridad, la garantía de construir una mejor Costa Rica y la importancia de tender puentes y generar más y mejores oportunidades a partir del diálogo constructivo y la cooperación, sin importar las distancias geográficas.