Nueva base energética
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 31 octubre, 2007
La subida permanente en el precio del petróleo ha provocado el despertar de iniciativas en algunas empresas para elaborar energías alternativas.
La sustitución de derivados del petróleo por biocombustibles es una imperiosa necesidad para enfrentar el elevado costo de aquel, mediante bases energéticas renovables, que puedan producirse en Costa Rica.
Hidrógeno, biomasa, etanol y biodiésel forman parte de los combustibles alternativos que han empezado a ganar terreno en el país, según informó LA REPUBLICA el lunes.
Como ejemplo de estas iniciativas, una empresa productora de tilapias decidió utilizar el aceite de estos peces para producir biodiésel. Otra, es la primera de la región en comercializar maquinaria para producir este tipo de energía como combustible listo para ser utilizado.
Esta última, que exporta el 95% de su producción a países como Estados Unidos, Puerto Rico, República Dominicana, Portugal, China e Israel, provee también a unos 100 automóviles existentes en el país que funcionan con biodiésel, los cuales se benefician con mayor longevidad del motor además de reducir la contaminación.
La empresa ha iniciado negociaciones con la Refinadora Costarricense de Petróleo para comercializar el producto en las diferentes zonas del país.
Sin duda, Costa Rica en vez de continuar como país totalmente dependiente del petróleo y sin dinero suficiente para pagarlo, ha de seguir sin demora el camino de estudiar y experimentar para encontrar la mejor o las mejores, entre las energías alternativas, para adoptarlas.
Como país que busca la paz con la naturaleza también está obligado a encontrar la energía menos contaminante por lo que es una buena noticia que empresa privada y Estado se pongan de acuerdo para dar los pasos necesarios en el sentido de la investigación, experimentación e implementación.
El paso siguiente será que la población entera tome conciencia de la necesidad del cambio y para esto deberían diseñarse las mejores formas de estímulo. Un estímulo que también debería tener la población, en general, cuando asuma hábitos que lleven a una nueva cultura de consumo energético en cualquier área.