Nueva vía al Caribe será desempolvada
Danny Canales dannycanales.asesor@larepublica.net | Martes 11 enero, 2011
Proyecto fue presentado por grupo colombiano en 2008, pero estaba guardado
Nueva vía al Caribe será desempolvada
Plan ofrece construir ruta por Cartago y Siquirres con una inversión de $660 millones
El proyecto que planteó un grupo de inversores colombianos hace poco más de dos años, para construir una nueva carretera hacia el Caribe, será desempolvado este año.
Luego de varios meses de estar congelado, este año el plan será retomado para valorar la posibilidad de llevarlo a cabo, como solución a los problemas de circulación que hay hacia esa zona por los constantes derrumbes de la carretera actual que atraviesa el Parque Nacional Braulio Carrillo.
Para este mes se tiene prevista una reunión entre los representantes de la empresa Autopistas del Caribe, proponente del proyecto, con las autoridades de concesiones, para retomar el trámite de la obra.
Lo que propusieron realizar los suramericanos, en octubre de 2008, fue un nuevo camino de 67 kilómetros y una inversión de $660 millones que atraviese Cartago, Turrialba y Siquirres con un trazado paralelo a la línea del ferrocarril al Caribe.
El planteamiento incluye la ampliación de la ruta Florencio del Castillo, entre la capital y Cartago, y el mantenimiento de la ruta Braulio Carrillo, que es el actual camino hacia Limón.
Adicionalmente se plantea aumentar de dos a cuatro carriles la capacidad de la vía existente entre Siquirres y el centro de Limón, conocida popularmente como Saopín.
Con esta nueva carretera un vehículo liviano podría desplazarse entre la capital y Limón en una hora y 52 minutos, a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, de acuerdo con estimaciones del consorcio.
El deseo de rescatar este proyecto como solución al tránsito de mercancías entre el Valle Central y los puertos del Caribe fue confirmado por Edwin Rodríguez, jerarca del Consejo Nacional de Concesiones.
La meta es poder sacar el concurso durante esta administración aunque la conclusión le quede al próximo Gobierno.
En ese sentido, el funcionario adelantó que el Consejo convocó para principios este mes a los representantes de Autopistas del Caribe a una reunión donde se aclararán las dudas que tienen sobre el proyecto tanto el Poder Ejecutivo como los empresarios.
El nuevo aire que está tomando la banca mundial, después de la crisis financiera, es lo que permite el rescate del proyecto vial en este momento, expuso Rodríguez, quien detalló que haber intentado emprender la obra en medio del aprieto económico la hubiera condenado al fracaso.
Ahora la situación es distinta, pues los socios de Autopistas del Caribe han lanzado su mirada hacia la región con fuerza; por ejemplo el grupo está ligado al grupo Aval, de Colombia, el cual hace un mes anunció la compra definitiva del BAC-Credomatic, que era la propietaria de BAC San José.
Además, detrás del consorcio vial está la constructora Coviandes, firma de capital colombiano-español especialista en proyectos de alta complejidad, que involucra túneles, puentes y viaductos, semejante a lo que se requeriría en la nueva ruta a Limón. A ellos se suma la empresa Proyectos de Infraestructura S.A. (PISA).
La sociedad colombiana le ofreció la construcción de este proyecto mediante la figura de concesión por iniciativa privada al Gobierno costarricense. Este modelo le permite a la empresa privada sugerir obras de infraestructura al Poder Ejecutivo, así como cubrir sus estudios de factibilidad.
En caso de que el Gobierno considere el proyecto de interés nacional convocará a una licitación en la que la empresa proponente podrá participar, pero en igualdad de condiciones con el resto de los participantes. Si el grupo que planteó el proyecto no se adjudica la obra, entonces el gasto en estudios le será indemnizado por parte del ganador.
La concesión se daría por un plazo de 25 años, tiempo durante el cual el grupo a cargo de la obra podrá cobrar peajes para resarcirse la inversión y obtener las utilidades acordadas con el Gobierno.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
Nueva vía al Caribe será desempolvada
Plan ofrece construir ruta por Cartago y Siquirres con una inversión de $660 millones
El proyecto que planteó un grupo de inversores colombianos hace poco más de dos años, para construir una nueva carretera hacia el Caribe, será desempolvado este año.
Luego de varios meses de estar congelado, este año el plan será retomado para valorar la posibilidad de llevarlo a cabo, como solución a los problemas de circulación que hay hacia esa zona por los constantes derrumbes de la carretera actual que atraviesa el Parque Nacional Braulio Carrillo.
Para este mes se tiene prevista una reunión entre los representantes de la empresa Autopistas del Caribe, proponente del proyecto, con las autoridades de concesiones, para retomar el trámite de la obra.
Lo que propusieron realizar los suramericanos, en octubre de 2008, fue un nuevo camino de 67 kilómetros y una inversión de $660 millones que atraviese Cartago, Turrialba y Siquirres con un trazado paralelo a la línea del ferrocarril al Caribe.
El planteamiento incluye la ampliación de la ruta Florencio del Castillo, entre la capital y Cartago, y el mantenimiento de la ruta Braulio Carrillo, que es el actual camino hacia Limón.
Adicionalmente se plantea aumentar de dos a cuatro carriles la capacidad de la vía existente entre Siquirres y el centro de Limón, conocida popularmente como Saopín.
Con esta nueva carretera un vehículo liviano podría desplazarse entre la capital y Limón en una hora y 52 minutos, a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, de acuerdo con estimaciones del consorcio.
El deseo de rescatar este proyecto como solución al tránsito de mercancías entre el Valle Central y los puertos del Caribe fue confirmado por Edwin Rodríguez, jerarca del Consejo Nacional de Concesiones.
La meta es poder sacar el concurso durante esta administración aunque la conclusión le quede al próximo Gobierno.
En ese sentido, el funcionario adelantó que el Consejo convocó para principios este mes a los representantes de Autopistas del Caribe a una reunión donde se aclararán las dudas que tienen sobre el proyecto tanto el Poder Ejecutivo como los empresarios.
El nuevo aire que está tomando la banca mundial, después de la crisis financiera, es lo que permite el rescate del proyecto vial en este momento, expuso Rodríguez, quien detalló que haber intentado emprender la obra en medio del aprieto económico la hubiera condenado al fracaso.
Ahora la situación es distinta, pues los socios de Autopistas del Caribe han lanzado su mirada hacia la región con fuerza; por ejemplo el grupo está ligado al grupo Aval, de Colombia, el cual hace un mes anunció la compra definitiva del BAC-Credomatic, que era la propietaria de BAC San José.
Además, detrás del consorcio vial está la constructora Coviandes, firma de capital colombiano-español especialista en proyectos de alta complejidad, que involucra túneles, puentes y viaductos, semejante a lo que se requeriría en la nueva ruta a Limón. A ellos se suma la empresa Proyectos de Infraestructura S.A. (PISA).
La sociedad colombiana le ofreció la construcción de este proyecto mediante la figura de concesión por iniciativa privada al Gobierno costarricense. Este modelo le permite a la empresa privada sugerir obras de infraestructura al Poder Ejecutivo, así como cubrir sus estudios de factibilidad.
En caso de que el Gobierno considere el proyecto de interés nacional convocará a una licitación en la que la empresa proponente podrá participar, pero en igualdad de condiciones con el resto de los participantes. Si el grupo que planteó el proyecto no se adjudica la obra, entonces el gasto en estudios le será indemnizado por parte del ganador.
La concesión se daría por un plazo de 25 años, tiempo durante el cual el grupo a cargo de la obra podrá cobrar peajes para resarcirse la inversión y obtener las utilidades acordadas con el Gobierno.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net