Nuevo Comité Ejecutivo con tareas urgentes

Los problemas del fútbol costarricense son de fondo y no se arreglan decapitando cabezas para subir otras al mismo escenario de las decepciones.

Estamos ilusionados al conocer la integración del nuevo Comité Ejecutivo de la Federación de Fútbol, porque tenemos la sensación de que está capacitado para ordenar cambios radicales que son el tumor de nuestro deporte favorito.

Un tema urgente que no se puede aplazar más, es la planificación de un campeonato mayor de fútbol más exigente, de mayor intensidad y mucho más competitivo.

Cada vez que la Selección Nacional fracasa, algunos futbolistas que se atreven a manifestar alguna justificación de las derrotas, no dudan en señalar la falta de competencia en el campeonato nacional, como causa principal de las debacles.

Lo hemos escrito infinidad de veces y ya lo observamos en este Torneo Apertura que apenas arranca.

Los jugadores que integran los llamados equipos grandes, son junto a los legionarios los que pasan a integrar en su mayoría el seleccionado nacional.

Juegan un campeonato muy cómodo, porque la mayoría de los 22 o 44 partidos que componen el torneo, los enfrentan a rivales de poco poder, que no les exigen para lograr el triunfo, el máximo esfuerzo.

Son minoría, mínimos, aislados, los partidos del campeonato en que los futbolistas seleccionables se ven obligados a jugar a alta intensidad, como se juegan las competencias oficiales internacionales.

No vayamos muy lejos y usemos el ejemplo del Herediano, el equipo que más jugadores le dio a Luis Fernando Suárez para el Mundial en Qatar.

El Team ha jugado dos partidos del campeonato, los ha ganado por goleada y caminando. Futbolistas seleccionables del equipo como los mediocampistas Gerson Torres, Luis Ronaldo Araya, Alejandro Bran y Elías Aguilar, se han lucido en el par de partidos porque juegan “como les da la gana”. Dibujan estragos con la pelota, se asocian, la pasan, anotan, juegan como Messi. El rival, muy débil, no los inquieta ni los presiona.

Para estos talentosos futbolistas, la mayoría de los partidos son así, hasta que se enfrentan con los grandes y reciben más presión. Como juegan y se lucen caminando, los llaman a la Selección Nacional y a la hora buena no aparece su hermoso fútbol por ninguna parte.

Entonces, don Osael Maroto y compañía, hay que entrarle a fondo y con bisturí a este tumor que limita la capacidad de nuestro seleccionado.

gpandolfo@larepublica.net