Crisis económica: Le falta una pata a la silla
Rafael González rafael.gonzalez@cr.gt.com | Viernes 03 julio, 2020
Desde el punto de vista de la Salud, el equipo liderado por el Ministro Daniel Salas -y el Presidente de la Caja Costarricense de Seguro Social, Román Macaya- han cumplido con creces con su labor. Por razones evidentes, ellos han tenido que aparecer diariamente ante el público dando cuentas de lo que ocurre; tomando medidas fuertes y pidiendo, una y otra vez, que respetemos las reglas que permitirán mitigar el impacto de la emergencia.
Y todos hemos entendido que el objetivo se cumple: aunque aumenten los casos, lo cual indefectiblemente ocurrirá, la demanda de servicios de cuidados intensivos se ha mantenido muy baja. Hay que evitar el colapso del Sistema de Salud.
Pero, al mismo tiempo, resulta que la labor del Ministro Rodolfo Méndez Mata, por ejemplo, pone en evidencia algunas de las pocas cosas buenas que salen de esta crisis. En efecto, aprovechando las restricciones vehiculares y el teletrabajo… aprovechando el “quédate en casa”... las obras viales han avanzado a pasos agigantados. Los trabajadores, cuidando su salud y la de sus compañeros, han laborado en esas obras, logrando, al mismo tiempo, los tres objetivos: tienen trabajo… salario… tranquilidad para su familia (y las empresas contratadas, lo mismo… trabajo para el resto de su personal, sus proveedores, encadenamiento).
Por el otro lado, el país avanza con obras postergadas durante décadas. Gracias a Dios, se conjugaron dos factores: un ministro con visión y autoridad, y una circunstancia negativa a la que se le están sacando sus oportunidades. Y, lo más importante -que menciono de último adrede-; la Salud. No habrá forma de evitar los contagios; pero habrá muchas para evitar que sean exponenciales.
Entonces tenemos dos patas de la silla. ¿Dónde está la tercera? ¿Dónde está el equipo económico que logre el equilibrio, entre la salud y la reactivación económica, en la nueva normalidad, con medidas económicas que hagan contrapeso inteligente y razonable para garantizar el trabajo y la actividad económica, con la cual se generarán los consumos y beneficios que generan a su vez, ingresos tributarios? Con medidas de corto, mediano y largo plazo (y no solo con “alivios” y “protegeres” que más bien fomentan la desconfianza y la informalidad. Definitivamente no se ha logrado: si don Rodolfo pudo, ¿por qué no puede hacerlo el equipo económico?
Rafael González
Socio de Impuestos y Legal, Grant Thornton