Nuevos muros de Berlín
Jonathan Prendas jonathan.prendas@gmail.com | Lunes 14 junio, 2021
Jonathan Prendas
Diputado
Nueva República
El jaloneo entre derecha e izquierda en América Latina continúa, pero en las últimas dos semanas dos episodios han llamado la atención. Uno de ellos se refiere a los resultados de las elecciones a las alcaldías mexicanas, que preliminarmente partieron en dos a la Ciudad de México.
Tan clara es la línea divisoria que los internautas la bautizaron como el “Muro de Berlín”, en referencia a las diferencias que existen entre la rica parte oeste y la más pobre zona este. Los resultados expusieron también la desigualdad que predomina en esa enorme urbe y la polarización que experimenta el país.
El otro capítulo se refiere a los reñidísimos comicios en Perú, en los que resultó electo el candidato presidencial de izquierda, Pedro Castillo. Este profesor rural se unirá a otros presidentes regionales con esa tendencia, entre ellos Manuel López Obrador en México, Nicolás Maduro en Venezuela, Alberto Fernández en Argentina, Daniel Ortega en Nicaragua, Luis Arce en Bolivia y por supuesto Carlos Alvarado, en nuestro país.
A la luz de esos sucesos, y tan solo a unos meses de que Costa Rica enfrente su propio proceso electoral, es particularmente importante analizar las propuestas que los candidatos locales a la presidencia coloquen sobre la mesa, como también es válido estudiar los nefastos resultados de los gobiernos de izquierda en el país y en la región.
Veamos solo algunos ejemplos. De acuerdo con las estimaciones del Fondo Monetario Internacional, desde que Nicolás Maduro asumió el poder en el 2013, el PIB de Venezuela ha perdido el 83,5% de su tamaño, pasando de $258.993 millones a tan solo $42.530 millones en la actualidad. El otro clásico referente de izquierda en el área, Cuba, registró un descenso del PIB por el orden del 11% en el 2020, así como un pronunciado aumento en el precio de los artículos de consumo básico.
Los indicadores en Argentina tampoco son positivos. Los datos dan cuenta de una contracción del 10% de la economía, una inflación muy elevada (ronda el 38%), moneda devaluada, disminución de las reservas del Banco Central y un aumento considerable de la pobreza: cuatro de cada diez argentinos viven en esa condición. En Nicaragua, Ortega es noticia por encarcelar a los opositores y representar la verdadera cara del totalitarismo.
Con el PAC en el poder, Costa Rica también marcha por una desfavorable senda con sello chavista. El desempleo es uno de los más elevados de la historia, la deuda ha crecido exponencialmente y la pobreza llegó en el 2020 al 26,2% de la población, lo que equivale a 419.783 hogares pobres, el valor más alto en prácticamente las últimas tres décadas.
Costa Rica, en las próximas elecciones, puede combatir esos “Muros de Berlín” desiguales que ensanchan aún más las diferencias entre ricos y pobres, amenazan a la clase media, condenan a una gran parte de nuestra población al subdesarrollo, a la falta de oportunidades y comprometen el futuro de las nuevas generaciones.
En los próximos comicios, Nueva República es la mejor opción porque tiene propuestas concretas para disminuir el desempleo, reactivar la economía, reducir la brecha educativa, mejorar la cobertura de salud, luchar contra la inseguridad y contra la corrupción, temas que nos interesan a todos los costarricenses.
Estamos a tiempo para evitar que nuestro país se convierta en otra Venezuela. Examine los datos, revise cuánto se ha afectado su bolsillo, haga memoria y decida bien. Derribemos los muros.