Obstáculos al empleo formal restan competitividad a Costa Rica
Ronny Gudiño ronnygudino.asesor@larepublica.net | Sábado 13 marzo, 2021 04:08 p. m.
Uno de los grandes retos que afronta Costa Rica es la informalidad, a la vez que se es difícil encontrar incentivos reales para que esto cambie; aspecto que ya organismos internacionales hacen notar.
Alrededor del 40% del empleo sigue concentrado en el sector informal, en estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las oportunidades son limitadas para que los trabajadores hagan la transición a trabajos más productivos con mejores salarios y condiciones óptimas.
Esa falta de acceso al mercado laboral formal es particularmente frecuente entre los trabajadores poco calificados y las mujeres; curiosamente, a pesar del alto nivel educativo de las mujeres, la fuerza laboral femenina tiene tanto participación como oportunidades limitadas en comparación con la mayoría de los países de la OCDE y sus pares regionales.
En específico, la OCDE en su estudio publicado en julio anterior, alertó que la participación femenina se acerca al 50% en Costa Rica, cuando el promedio OCDE es de 70%
Por lo que deben hacerse más esfuerzos para cerrar las brechas de género, lo que podría impulsar significativamente crecimiento económico.
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Hacer que el sistema de seguridad social sea más amigable para el trabajo, incluso mediante la introducción de reducciones específicas en las contribuciones, incentivaría la formalización de los trabajadores, sugiere el FMI.
“Iniciativas en curso para expandir los servicios de cuidado infantil, lanzar un sistema de atención a largo plazo y promover la educación femenina en STEM, con el apoyo del BID, será importante. También será fundamental junto con nuevos esfuerzos para promover la licencia parental, para fortalecer la participación femenina en la fuerza laboral y el crecimiento de la productividad”, menciona ese organismo en su informe.
El costo que representa que se establezcan empresas es otro de los retos que impiden el ascenso de la formalidad.
El propio Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central, en septiembre en un evento en el Congreso de Industriales, afirmó que hacer a Costa Rica un país más barato para vivir y para producir, debe ser una prioridad; presentando en ese momento sugerencias de acciones, que son las siguientes:
- Reducir costos para acceder al crédito
- Digitalizar y simplificar trámites
- Reducir cobro de cargas sociales y tarifas eléctricas
- Implementar jornadas flexibles y educación dual
- Reformar el Estado y el empleo público
- Formular asociaciones público-privadas para trabajos de infraestructura
- Promover clústeres e inversión extranjera directa
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Las contribuciones de los empleadores a la seguridad social son relativamente altas, coincidió la OCDE en julio, lo cual desalienta la formalidad; en ese sentido, Costa Rica recauda relativamente pocos ingresos de los impuestos a la propiedad, por lo que sugieren trasladar gradualmente la carga impositiva desde las contribuciones a la seguridad social hacia el impuesto a la propiedad.
Asimismo, Costa Rica ocupó el año pasado el puesto 144, entre 190 países, en el listado Doing Business del Banco Mundial en trámites para abrir un negocio, siendo claro que esa es otra falencia del país.
En sus compromisos con el FMI, el gobierno de Carlos Alvarado afirmó que planea expandir programas de reducir la tasa de contribución social al sector pesquero y los trabajadores a tiempo parcial para fines de diciembre de 2021 para garantizar la carga de los pagos de seguridad sean más bajos para los trabajadores vulnerables.
“Además, continuaremos fortaleciendo nuestra agencia de servicios de empleo para ayudar a los trabajadores a trasladarse a empleos del sector formal y reducir desempleo a través del régimen de ventanilla única a nivel nacional”, afirma Costa Rica en su carta de intenciones.