Otra lección de Farinha

Óscar Ramírez no puede con el portugués, quien anoche se la aplicó de nuevo

Por cuarta vez consecutiva el técnico portugués de Carmelita, Guilherme Farinha, le dio una lección a un Óscar Ramírez que pecó anoche de conservador y cuidadoso, no apostó para algo mejor, no arriesgó y al final salió con una derrota (0 a 1) que lo aleja de sus intenciones de llegar a la punta.

El primer tiempo fue para dormirse. Un Carmelita cauteloso, pero bien parado y esperando a una Liga llena de jugadores con perfil defensivo, mientras los ofensivos (Armando Alonso, Alejandro Aguilar, Camilo Aguirre, Alejandro Sequeira y Johan Venegas) observaban el partido desde la banca.
En cuanto a volumen de juego parecía que la Liga jugaba mejor, pero lo cierto es que los carmelos cumplían con el objetivo de evitar situaciones comprometidas en su marco y esperaban la oportunidad, para clavar la estocada mientras complicaban a su rival en el medio campo.
Alajuelense arrecostaba su juego más por el ala izquierda, con Soto y Sánchez, mientras Kevin Sancho se mostraba poco agresivo por el ala derecha. Centros y más centros y uno que otro intento de media distancia era la forma como los manudos intentaban llegar al gol.
La complementaria fue diferente y no solo por el gol, sino que desde el arranque dos acciones ofensivas parecían mostrar que los rojinegros, aunque con el mismo equipo, buscarían una forma diferente de enfrentar esta etapa. Primero un remate de Sánchez que Ronny Fernández rechazó y luego Eduardo Gómez auxilió y posteriormente una llegada de Sancho por la derecha, en la que tenía varios compañeros en el centro para darla, pero prefirió rematar y lo hizo mal, anunciaban una Liga más agresiva.
Lo que no esperaban los alajuelenses es que a los carmelos les iba a llegar la oportunidad que estaban esperando. Fue al 52', Rooney Mora aprieta el acelerador por la banda derecha, hace ver pésimo a Ariel Soto, centra y cierra la acción en forma excelente Carlos Clark, quien de cabeza anota el gol carmelo.
Entonces, Ramírez sí volvió a ver a la banca, sin embargo sus cambios fueron de puesto por puesto, sacó a García y metió a Camilo Aguirre; sacó al goleador Palacios e ingresó a Alpízar; no arriesgó cuando podía desprenderse de uno de sus dos volantes recuperadores; la Liga empezó a jugar con apuro y los carmelos a congelar el partido, bajarle el ritmo y dejar que los minutos se gastaran. Más tarde Venegas llegó por Sancho, pero todo estaba consumado; incluso el silbatero Juan Calderón le perdonó a Porfirio López lo que hubiese sido el penal más tonto del campeonato, cuando simplemente le metió, sin bola y sin necesidad, un empujón dentro del área a Rooney Mora.

Luis Rojas
lrojas@larepublica.net
@_La República