Gobierno de Rodrigo Chaves tomó decisiones políticas para defender a exportadores y zonas francas, según analista
Otto Guevara: “Si es electa en 2026 una persona que no se alinea con EE. UU., es probable que haya aranceles”
TLC con Estados Unidos ya no da seguridad jurídica
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 11 marzo, 2025

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y la guerra comercial que ha desatado con los aranceles es una señal clara de que Costa Rica debe mantener la alianza con Washington para proteger los miles de empleos que generan las zonas francas y las exportaciones a Estados Unidos, de acuerdo con Otto Guevara, exdiputado y analista político.
Para Guevara, durante el gobierno de Rodrigo Chaves el país no tendrá problema alguno, porque Costa Rica se ha posicionado como amigo y, por ello, esta administración terminará sin mayores sobresaltos en esta materia, como sí están viviendo otras naciones como México y Canadá.
Sin embargo, Guevara advierte que el próximo gobierno costarricense deberá posicionarse estratégicamente para evitar represalias económicas, por lo que una pregunta obligada a los candidatos presidenciales sería: ¿cuál es su posición en relación con el gobierno de Estados Unidos y las políticas públicas de ese país?
Dependiendo de la respuesta y la cercanía del futuro gobierno con Washington, dependerían a futuro los aranceles para Costa Rica.
Además, el analista señala que la seguridad jurídica de los tratados de libre comercio podría verse afectada si Trump decide retirar a EE. UU. de la Organización Mundial del Comercio (OMC) o reformular sus acuerdos bilaterales.
Donald Trump ha desatado una guerra comercial, amenazando con imponer aranceles a diversos países. ¿Se verá Costa Rica afectada?
Mientras Rodrigo Chaves esté en el gobierno, no veo a los Estados Unidos imponiendo un arancel del 25 % a Costa Rica para la importación de productos ticos, ya que esto sería contradecir lo que el gobierno de Donald Trump y Marco Rubio, especialmente en su visita a Costa Rica, han dicho.
Nosotros somos un país amigo de los Estados Unidos, entonces no veo ningún escenario donde se le imponga un impuesto del 25 % a las exportaciones que haga Costa Rica hacia el mercado de los Estados Unidos.
Ahora bien, el próximo gobierno, a partir de mayo entrante, va a ser monitoreado, al igual que el proceso electoral, y si es electa una persona que no se alinea con los intereses de los Estados Unidos, es probable que este país reconsidere esta posición que externó Marco Rubio de que Costa Rica es un amigo.
Así que, una pregunta obligada en la campaña presidencial a todos los candidatos a la Presidencia va a ser: ¿cuál es su posición en relación con el gobierno de Estados Unidos y las políticas públicas de ese país?
Los candidatos deberán ser claros si serán un brazo de los Estados Unidos, un aliado de los Estados Unidos, inclusive en el concierto de las naciones, donde Estados Unidos requiere el acompañamiento para ciertas decisiones como el caso de Ucrania, sin alinearse totalmente, pero sí manteniendo una neutralidad, una distancia, entendiendo que se debe mantener una relación estrecha.
En las últimas semanas, Costa Rica cambió su posición en torno a Ucrania, ayudó al gobierno de Estados Unidos con las deportaciones y rechaza completamente la tecnología china en materia 5G, a la vez que Marco Rubio indica que se castigaría a los enemigos y se ayudaría a los países amigos. Tomando esto como contexto, ¿se puede inferir que el gobierno de Rodrigo Chaves busca congraciarse con Estados Unidos para proteger al sector exportador y la inversión extranjera?
Por supuesto. Está clarísimo, y más así de evidente o explícito fue el presidente Chaves cuando en la zona sur fue interpelado sobre el tema de los migrantes que estaban llegando al país, al señalar que él estaba protegiendo los miles de puestos de trabajo directos e indirectos relacionados con las exportaciones desde Costa Rica y las zonas francas a los Estados Unidos.
Por otra parte, Marco Rubio dijo que Estados Unidos ayudará a los amigos y, por ello, hay que estar totalmente alineados con las políticas públicas de los Estados Unidos para seguir teniendo ese acceso privilegiado de preferencia al mercado de los Estados Unidos desde nuestras zonas francas, pero inclusive en la producción agropecuaria.
Esta situación nos pone como un país receptivo a la inversión, en vista de que somos vistos y considerados por los Estados Unidos como un país amigo.
¿Dan los tratados de libre comercio la suficiente seguridad jurídica en estos momentos, o bien podrían presentarse situaciones cambiantes por decisiones unilaterales; es decir, hay inseguridad jurídica?
Efectivamente, sí crea inseguridad, pero especialmente para la producción que se hace desde países con los cuales Estados Unidos no tiene una buena relación.
En lo personal, creo que los tratados de libre comercio no dan esa certeza o seguridad jurídica. De hecho, es probable que el presidente Donald Trump promueva que Estados Unidos se salga de la Organización Mundial del Comercio y que Estados Unidos se retire de los tratados de libre comercio que tiene con Canadá y México y, eventualmente, con Centroamérica y República Dominicana, y a la vez cree otro tipo de tratados más bilaterales con aquellos países amigos, un poco en la dirección de lo que le está ofreciendo a Javier Milei en Argentina.
Por otra parte, pienso que los republicanos tienen la posibilidad de quedarse con esta mentalidad por ocho años, así que sí va a haber un cambio en la dinámica de comercio mundial y en la región.
¿Cuál será el papel de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en todo esto?
Van a quedar como en el aire si Estados Unidos decide retirarse.
De hecho, en estos momentos, Canadá presentó una denuncia contra los Estados Unidos por los aranceles que le están poniendo a Canadá, y es probable que a Estados Unidos le valga un pepino, ya que es probable que prefiera salirse antes que ser sancionado.