Para un buen desarrollo
Candilejas candilejas.cultura@gmail.com | Viernes 10 mayo, 2019
Su labor es silenciosa pero son muchos los que se benefician con ella. Es la alta tecnología al servicio del país.
Quizás muchas personas no lo conocen. Pero es el momento de hacerlo en estos tiempos de gran avance en los conocimientos, de cambios en las formas de producción y de cultura.
Hablamos del Centro Nacional de Alta Tecnología CeNAT, un programa del Consejo Nacional de Rectores que involucra a todas las universidades públicas de Costa Rica.
Se trata de laboratorios especializados en geomática, nanotecnología, computación avanzada y biotecnología donde convergen diversos proyectos de investigación, beneficiando al sector empresarial, gubernamental y académico.
Dichos laboratorios son: Laboratorio Nacional de Nanotecnología, laboratorio CENIBiot, Colaboratorio Nacional de Computación Avanzada y Laboratorio PRIAS.
Todo esto aunado a la labor de los programas Observatorio Climático y Agromática del Area de gestión Ambiental, becas CeNAT-CONARE y Cátedra CeNAT.
Y gracias a su labor, desde su creación en 1999, mantiene relaciones con universidades y centros de investigación internacionales, lo que permite el intercambio de conocimientos y abrir espacios para contribuir a la formación de la comunidad científica nacional.
Pero veamos en que forma ayuda el CeNAT a mejorar, por ejemplo, la producción.
“Aquellas empresas que venden insumos comerciales para el agro, y también quienes los fabrican en forma artesanal, comparten dos debilidades que hemos identificado”, explica el doctor Randall Loaiza, director de CENIBiot.
“Les hemos ayudado para que sus productos no estén contaminados con algún patógeno dañino para los cultivos y para los seres humanos.
También en mejorar los métodos de trabajo, ya que alguna gente puede estar produciendo al 20 % de su capacidad y no lo sabe porque nunca ha optimizado su productividad”, agrega Loaiza.
“Trabajamos con la empresa “Esperantum”, dedicada al diseño de una droga contra el cáncer de páncreas. Ellos tienen ya varias patentes - algunas diseñadas en nuestros laboratorios- de moléculas que disminuyen el crecimiento del tumor y también unas nanopartículas que pueden llevar hasta las células los medicamentos” continúa explicando Loaiza.
La doctora Cornelia Miller, quién dirige el laboratorio PRIAS, cuenta que ahora atienden la “ciencia de la geomática, enfocada en la observación de la tierra, usando datos satelitales gratuitos y también algunos que se deben comprar”.
“Actualmente tenemos un proyecto compartido con el Registro Nacional. Es la primera vez que en el mundo se hace algo así. Un monitoreo de cambio de uso de paisajes productivos.
Se han beneficiado con nuestros datos productores del sector de la piña, entre otros y principalmente el Banco Central.
La razón de hacer esto es porque en 2030 los distribuidores de frutas frescas de Estados Unidos y de la Unión Europea, que significan el 75 % de la distribución de frutas frescas en el mundo ya no aceptarán productos que no cuenten con este tipo de datos de monitoreo.
Esto le dará al país una imagen como agroexportador responsable y transparente” concluye Miller.
“Buscamos no replicar lo que se hace en otros lados sino complementarlo con alta tecnología. Hay proyectos que apoyan a sectores productivos nacionales y muy especialmente pymes.
No somos competencia para quienes estén haciendo lo que hacemos ni competimos entre las universidades”, explica el doctor Allan Campos, quién dirige el área ambiental.
Él nos comenta también que cuentan con un programa de becas que permite a estudiantes que están haciendo proyectos en alta tecnología trabajar en el CeNAT y contar con sus equipos y asesoría.
Sin duda habría mucho más que contar sobre esta entidad, pero hoy solo esperamos haber despertado su curiosidad para conocerla.
Carmen Juncos Biasutto
Editora jefa y Directora de proyectos
Ricardo Sossa Ortíz
Cofundador