Paraíso turístico de Caribe Sur en riesgo por ascenso del nivel del mar y erosión costera

Al igual que cientos de ciudades alrededor del mundo, el paradisíaco Caribe Sur costarricense está en riesgo de quedar bajo el mar para el 2100 – o incluso antes -, de acuerdo con varios modelos climáticos de la organización Climate Central y científicos de la Universidad Nacional (UNA).

Asimismo, otros entornos productivos por su belleza natural como playa Hermosa y Dominical en Puntarenas, así como Avellanas, Playa Negra y Junquillal; y parte de Parismina y la Reserva Natural Pacuare en el Caribe, son zonas en riesgo de inundarse.

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Sin embargo, el Caribe Sur que incluye el Parque Nacional Cahuita, la Reserva de Gandoca y Puerto Vargas están en un gravísimo riesgo, según los investigadores de la UNA, quienes señalan que los modelos de Climate Central incluyen varios supuestos que no fueron considerados y que podrían acelerar las proyecciones iniciales.

Por ejemplo, inicialmente se consideró a la línea de costa como estática, cuando en realidad, si hay algo dinámico es la zona litoral, que no sería la misma para el año 2100.

Por este motivo, investigadores del Programa de Geomorfología Ambiental de la UNA, vienen trabajando el problema de la erosión costera y la velocidad con que ha venido retrocediendo la costa en el Caribe Sur.

La razón de que el análisis sea en esta zona se debe a datos de altimetría satelital indican que el Mar Caribe está aumentando más rápido que el Océano Pacífico en el sector de Costa Rica.

Gustavo Barrantes, coordinador del programa, explica que escenarios proyectados como el de Climate Central no están mal, pero que la línea de costa y la topografía cambien, hacen la situación más compleja.

“Estamos particularmente preocupados por los procesos de erosión en el Caribe de Costa Rica, no quiere decir que no se esté dando en el Pacífico, pero en el Pacífico si uno revisa los datos satelitales, la tasa de ascenso del mar en la costa Pacífica es más lenta que la del mar Caribe”, dijo Barrantes.

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Ejemplos de esto son el aeropuerto de Limón donde la playa se aproxima cada vez más a la pista, o en Gandoca, donde algunas propiedades están a cuestión de 25 metros de la playa, debido a que la playa retrocedió unos 50 metros en los últimos 20 años.

“Con un mar Caribe que está levantándose más rápido, es de esperar mayores efectos, que en términos científicos se le llama inundación, que es la entrada de agua salada a tierra o la inmersión de la costa”, agregó Barrantes.

Como parte de estas investigaciones, un estudio presentado en 2019 encontró “puntos calientes” o playas críticas por erosión costera en el Caribe Sur de Costa Rica, durante el periodo 2005-2016, entre ellas Playa Gandoca, Puerto Vargas en Punta Cahuita, Cieneguita o Westfalia.

Pero este fenómeno provoca una nueva preocupación, que es la situación jurídica de las propiedades en las costas, muy cercanas a las playas.

“Viene una serie de complicaciones que la legislación nuestra no ha previsto en el tema de la adaptación al cambio climático, tenemos que adaptarnos a un entorno litoral que está cambiando, porque la tasa de ascenso del nivel de mar ha aumentado en los últimos quince años”, explicó el investigador.

Aunque hasta el momento no han realizado proyecciones, Barrantes adelantó que a partir de este año empezarán a hacer predicciones de la tasa de erosión para determinar cuál es el área que se va a erosionar en 20 o 30 años y por ende se vería afectada.