Pensiones de lujo cuestan $1,2 mil millones al año
Oscar Rodriguez orodriguez@larepublica.net | Lunes 09 abril, 2012
Privilegio es solo para un grupo de exburócratas
Pensiones de lujo cuestan $1,2 mil millones al año
Para reducir este costo, hasta el momento no hay expuesto ningún plan
Hasta el momento, no hay ninguna propuesta por parte del Gobierno para reducir el impacto en la economía de varias pensiones de lujo altamente caras del Estado.
Estos regímenes preferenciales son aplicables más que todo a exempleados del Ministerio de Hacienda, Correos de Costa Rica, y Magisterio Nacional, así como a exdiputados y expresidentes.
Los montos pagaderos a esos exburócratas actualmente están devorando no menos del 3% del valor de la producción, o sea $1,2 mil millones al año.
Se trata de 59 mil pensionados, que reciben montos mayores a la planilla de 130 mil funcionarios activos, con todas las cargas sociales.
Los privilegios que están incorporados en esos regímenes son tan extensos, que hay actualmente un burócrata pensionado, con el monto mensual de ¢15 millones.
Además, hay exburócratas que reciben hasta más de ¢5 millones al mes de pensión.
Dado que ninguno de los jubilados actuales o futuros ha —o habrá— cotizado los montos necesarios para pagar estas pensiones, son los contribuyentes costarricenses, que están cancelando el 90% de este costo, según datos de la Contraloría General de la República.
Esto implica que el sector productivo esté transfiriendo casi $1,1 millones cada año a varios exburócratas, y esta cifra solamente va a crecer en los próximos años.
Por cierto, desde hace 21 años se acabó con la mayoría de estos regímenes preferenciales, y no se permite el ingreso de nuevos empleados a estos sistemas.
No obstante, el costo se siente más fuerte ahora, dado que muchas de las personas que trabajaban en el Estado antes de 1991, actualmente están reclamando su jubilación bajo estas condiciones.
El monto de la pensión además seguirá aumentando, mientras que otros que están bajo este régimen preferente irán alcanzando la edad de pensionarse.
Peor aún, varios de los regímenes contienen fuertes incrementos automáticos, de modo que el desembolso por persona es cada año mayor.
Bajo este sistema, el monto de la pensión se calcula no solo sobre el salario que tuvo el burócrata, antes de jubilarse, sino también con base en los demás beneficios, de los que goza el empleado público.
Uno de esos es la dedicación exclusiva, pese a que este tema no tiene ninguna relevancia en el caso de un pensionado, que ya no está trabajando para el Estado.
Lo mismo sucede con otros beneficios, desde las anualidades hasta las horas extra.
El crecimiento en el costo de las pensiones recibió otro impulso en 2008, cuando la administración de Oscar Arias, hizo un ajuste extraordinario en los salarios públicos que se aplicó a estos regímenes.
El resultado es que el presupuesto para ellos aumentó en un 80% en los últimos cinco años.
El problema con este costo, es que el Gobierno ha insistido en el último año en la importancia de incrementar los impuestos para pagar el déficit en las finanzas nacionales.
Mientras tanto, la actual administración no ha expuesto ningún plan, para reducir el peso para la sociedad de las pensiones especiales.
Por el contrario, son parte de los gastos catalogados como ineludibles por el Ministerio de Hacienda.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net
Pensiones de lujo cuestan $1,2 mil millones al año
Para reducir este costo, hasta el momento no hay expuesto ningún plan
Estos regímenes preferenciales son aplicables más que todo a exempleados del Ministerio de Hacienda, Correos de Costa Rica, y Magisterio Nacional, así como a exdiputados y expresidentes.
Los montos pagaderos a esos exburócratas actualmente están devorando no menos del 3% del valor de la producción, o sea $1,2 mil millones al año.
Se trata de 59 mil pensionados, que reciben montos mayores a la planilla de 130 mil funcionarios activos, con todas las cargas sociales.
Los privilegios que están incorporados en esos regímenes son tan extensos, que hay actualmente un burócrata pensionado, con el monto mensual de ¢15 millones.
Además, hay exburócratas que reciben hasta más de ¢5 millones al mes de pensión.
Dado que ninguno de los jubilados actuales o futuros ha —o habrá— cotizado los montos necesarios para pagar estas pensiones, son los contribuyentes costarricenses, que están cancelando el 90% de este costo, según datos de la Contraloría General de la República.
Esto implica que el sector productivo esté transfiriendo casi $1,1 millones cada año a varios exburócratas, y esta cifra solamente va a crecer en los próximos años.
Por cierto, desde hace 21 años se acabó con la mayoría de estos regímenes preferenciales, y no se permite el ingreso de nuevos empleados a estos sistemas.
No obstante, el costo se siente más fuerte ahora, dado que muchas de las personas que trabajaban en el Estado antes de 1991, actualmente están reclamando su jubilación bajo estas condiciones.
El monto de la pensión además seguirá aumentando, mientras que otros que están bajo este régimen preferente irán alcanzando la edad de pensionarse.
Peor aún, varios de los regímenes contienen fuertes incrementos automáticos, de modo que el desembolso por persona es cada año mayor.
Bajo este sistema, el monto de la pensión se calcula no solo sobre el salario que tuvo el burócrata, antes de jubilarse, sino también con base en los demás beneficios, de los que goza el empleado público.
Uno de esos es la dedicación exclusiva, pese a que este tema no tiene ninguna relevancia en el caso de un pensionado, que ya no está trabajando para el Estado.
Lo mismo sucede con otros beneficios, desde las anualidades hasta las horas extra.
El crecimiento en el costo de las pensiones recibió otro impulso en 2008, cuando la administración de Oscar Arias, hizo un ajuste extraordinario en los salarios públicos que se aplicó a estos regímenes.
El resultado es que el presupuesto para ellos aumentó en un 80% en los últimos cinco años.
El problema con este costo, es que el Gobierno ha insistido en el último año en la importancia de incrementar los impuestos para pagar el déficit en las finanzas nacionales.
Mientras tanto, la actual administración no ha expuesto ningún plan, para reducir el peso para la sociedad de las pensiones especiales.
Por el contrario, son parte de los gastos catalogados como ineludibles por el Ministerio de Hacienda.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net