Deuda de hogares ticos se duplicó en siete años
Plan para salvar hogares endeudados no convence a diputados
Iniciativa propone línea de crédito con tasa atractiva para refundir pasivos
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 22 octubre, 2019
El plan de salvamento para los hogares altamente endeudados que propuso el Gobierno no ayudaría a las familias a salir de su difícil situación económica y, en el peor de los casos, complicarías las cosas, según varios diputados de oposición.
Se trata de legisladores de Liberación, la Unidad Social Cristiana y el Frente Amplio, quienes plantearon varias dudas a las propuestas del presidente Carlos Alvarado.
Sin el respaldo de esos partidos, el plan de salvamento no lograría aprobarse en el Congreso.
“Mi preocupación con el plan de salvamento es que los indicadores de morosidad de bancos privados mejoren y el de públicos sufran lo contrario”, dijo Yorleny León, diputada verdiblanca.
Y es que la propuesta del mandatario está enfocada en programas de readecuación de deudas con la banca pública.
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Esto porque los niveles de endeudamiento de las familias están en cifras históricas, ya que entre el 2011 y el 2018 el promedio de deudas se duplicó, pasando de ¢4,4 millones a ¢8,5 millones.
Por otra parte, de los 126 mil funcionarios del Gobierno central, más de 65 mil reciben menos de ¢190 mil al mes debido a los compromisos que tienen.
La propuesta gubernamental “es fantasiosa e inofensiva”, ya que entre otras razones, ¿de qué sirve un tope de usura de 57% que no toca a las tarjetas de crédito?, se preguntó José María Villalta, diputado del Frente Amplio.
La propuesta de Alvarado consiste en crear una línea de crédito de salvamento – que se coordinará con la banca estatal –, ofreciendo una tasa atractiva, a la vez que reestructura las deudas en una sola cuota.
La idea es disminuir los índices de mora y dar mayor disponibilidad de efectivo a los deudores, según el presidente.
Contempla que quienes se beneficien de este programa no podrán ser sujetos de otro crédito de consumo en el tanto no hayan amortizado al menos el 50% de saldo del principal, o haya transcurrido la mitad del plazo del crédito de salvamento.
Para facilitar el pago, se debe autorizar a los patronos, tanto del sector público como privado, para que realicen la deducción de la cuota de las planillas salariales, con el fin de asegurar que honren su deuda, respetando el compromiso de dejar libre el salario mínimo intocable.
Por otra parte, el crédito de salvamento se identificará con un código especial en el Centro de Información Crediticia de la Superintendencia General de Entidades Financieras, con el fin de que las demás entidades de crédito tengan conocimiento de su existencia.
Adicionalmente, quienes se acojan a este crédito, de manera obligatoria deben adscribirse a un programa de educación financiera para fortalecer sus finanzas personales.
Dudas
El plan de salvamento del Gobierno para los hogares endeudados está lleno de falencias, según diputados de varios partidos.
Pedro Muñoz
Diputado
Unidad Social Cristiana
El plan de salvamento, además de ser fantasioso desde el punto de económico, es una
pésima lección de educación financiera. Flaco favor a los niños y jóvenes de Costa Rica.
En efecto, este plan no presenta soluciones reales y efectivas, no cubre a la generalidad de la población y,
por ende, es fantasioso.
Yorleny León
Diputada
Liberación Nacional
Mi preocupación con el plan de salvamento es que los indicadores de morosidad de bancos
privados mejoren y el de públicos sufran lo contrario.
Recordemos que una buena parte de esas deudas se consolidaron en banca privada, ahora toca por decreto a la
banca pública salir al rescate.
José María Villalta
Diputado
Frente Amplio
¿De qué sirve un tope de usura (57%) que no toca a las tarjetas de crédito? Es en los
plásticos donde se concentra una enorme parte del problema de endeudamiento de los hogares, producto de las
bajísimas remuneraciones y las prácticas abusivas de los bancos.
La propuesta del Banco Central es inofensiva contra las prácticas abusivas de los bancos. Prácticamente solo
en las entidades informales se encuentran tasas tan altas.