Playas de Osa refuerzan la seguridad para los surfistas con la iniciativa Surf Seguro

Las escuelas de surf en el cantón de Osa, ubicado en la provincia de Puntarenas, están impulsando una iniciativa que pone la seguridad de los surfistas como prioridad.

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Cada año, miles de turistas llegan al país en busca de las mejores olas, y esta nueva campaña tiene como objetivo garantizar una enseñanza más segura y responsable en playas como Dominical y Dominicalito.

El proyecto consiste en la instalación de seis rótulos informativos en estas playas, destinados a los instructores de las escuelas legalmente establecidas. Estos rótulos brindarán directrices clave para la protección de los estudiantes y el cuidado de los recursos naturales, además de promover prácticas seguras tanto al entrar al agua como al remar en busca de olas.

La campaña se llama “Surf Seguro” y promueve la seguridad de los alumnos nacionales y extranjeros, asegurando que las medidas de protección sean tenidas en cuenta al momento de disfrutar de este deporte.

Actualmente, cuatro escuelas de surf operan en estas playas bajo la normativa vigente, generando empleo para aproximadamente 20 personas. Además, el surf se ha consolidado como una de las actividades más populares entre los turistas, impulsando el desarrollo de empleos en hoteles, tiendas y operadores de tours.

César Valverde, coordinador de la iniciativa, destacó que la seguridad debe ser la prioridad en esta actividad.

“Estamos en la recta final de este plan que me parece puede ser un buen ejemplo para reaplicar en otras playas de Costa Rica en beneficio de nuestra actividad y de los clientes que recibirán un aprendizaje en condiciones óptimas”, destacó Valverde.

La comunidad local de Playa Dominical y Playa Dominicalito también está trabajando para fortalecer el sector. En recientes reuniones, se discutió la creación de una Asociación de Instructores de Surf, con el objetivo de defender los derechos de los profesionales del sector y enfrentar la competencia desleal, especialmente la de extranjeros que operan sin los permisos legales necesarios.

“Este fenómeno hay que pararlo ya de una vez por todas antes de que sea demasiado tarde. Es gente que viene al país y no sabemos si tienen la debida preparación para guiar a una persona dentro del agua poniendo en riesgo vidas humanas”, concluyó Valverde.

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Con esta doble iniciativa, estas acciones no solo buscan mejorar la seguridad en la enseñanza del deporte, sino también proteger el desarrollo profesional de los instructores nacionales y asegurar la calidad de los servicios que ofrecen a los turistas.