Pobre ejecución de obra pública cuesta caro
Rodrigo Díaz rdiaz@larepublica.net | Viernes 30 octubre, 2015
Tendríamos avances significativos en el índice de competitividad si aprovecháramos $2 mil millones provenientes de préstamos internacionales que no se ejecutan.
A estas alturas, estaría concluyéndose la Interamericana Norte, las carreteras a San Carlos y Vuelta de Kopper-Chilamate y se habría cerrado el anillo de Circunvalación, con los recursos que están disponibles hace más de cinco años.
Incluso ya se estarían ejecutando obras de rehabilitación de la Zona Sur, con un préstamo suscrito desde hace más de un año.
Sin embargo, hasta el momento solo se ha ejecutado un 27% de los $2,8 mil millones concedidos en 20 préstamos internacionales en diferentes proyectos, tanto de infraestructura de carreteras como obras para mejorar la gestión del agua, energía y educación.
Tener montos comprometidos de préstamos sin ejecutar le costaron al país $14 millones, denunció Marta Acosta, contralora, ante los diputados de la Comisión de Ingreso y Gasto Público. Costa Rica es una de las naciones con menor porcentaje desembolsado de su cartera aprobada, agregó.
La situación es desconcertante por la deficiente planificación, improvisación, desconocimiento, negligencia y la falta de maduración en los proyectos.
Las señales de alarma se concentran en el MOPT y el Conavi por la lentitud con la cual ejecutan sus fondos. Por ejemplo, del programa de Infraestructura Vial del BID se ha ejecutado menos de la mitad de $850 millones disponibles, luego de cinco años.
Hasta el momento, el gobierno aún no ha definido la ejecución del resto de los recursos aprobados.
El programa de la red vial cantonal, también del BID, tiene una ejecución del 6% de los $60 millones presupuestados, pese a que falta menos de un año para el vencimiento del tiempo definido para su desembolso.
Un segundo préstamo del BID, por $450 millones, ni siquiera cuenta con una unidad ejecutora, pero ya el gobierno debió pagar $1 millón por tener esos fondos comprometidos, advirtió el diputado Mario Redondo.
Redondo y algunos diputados del PAC pidieron la cabeza de Carlos Segnini, ministro de Transportes, mientras que otros, como Otto Guevara, solicitaron una reunión urgente con el presidente Solís.