¿Por qué celebrar un Día Mundial del Agua?
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Viernes 22 marzo, 2019
Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua; el objetivo es llamar la atención sobre la importancia del preciado líquido y, sobre todo, la defensa de la gestión sostenible de los recursos de agua dulce.
A inicios de la década de los 90, la Organización de las Naciones Unidas tomó la decisión de celebrar esta importante fecha.
El acceso de agua potable para su consumo y demás actividades productivas es fundamental para la vida, por eso, no es de extrañar que el mundo entero se preocupe por preservarla.
Cada año se propone un lema para el Día Mundial del Agua, que corresponde a un reto actual o futuro.
Para este 2019, el lema es “No dejar a nadie atrás”, poniendo el foco en los grupos más vulnerables del planeta: mujeres, niños, refugiados, pueblos indígenas, personas discapacitadas y muchos otros, a menudo ignorados o discriminados en el acceso al agua potable.
No dejar nadie atrás trata precisamente sobre la lucha contra la crisis del agua y las razones por las cuales tantas personas se quedan atrás.
Felizmente, en Costa Rica no es así, aunque sí hay retos.
Organizaciones como la Universidad Nacional (UNA) y el Acueductos y Alcantarillados (AyA) hacen esfuerzos extraordinarios por preservar el agua y, más importante aún, lograr que el preciado líquido llegue a todo el país. Por ejemplo, desde hace siete años los laboratorios del Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y El Caribe (Hidrocec-UNA) se instalaron en Liberia para abordar la gestión integral del agua y convertirse en el enlace entre la academia, sector productivo y el gobierno
El tema de la calidad de agua y sequía en la zona son solo dos de las muchas aristas que ha abordado; es por medio de investigaciones que guía y visualiza soluciones.
Por ejemplo, en el Golfo Papagayo y en el río Tempisque trabajan proyectos de monitoreo de la calidad del agua.
Además, se destaca su trabajo en conjunto con las Asadas, para evaluar su desempeño y la calidad del agua que gestionan.
Por otra parte, gracias al trabajo del AyA, Costa Rica y Chile son los únicos dos países de América Latina donde es seguro consumir agua del tubo.
Lo mejor de todo es que abarca todo el país.
La construcción y conexión de distintos sectores de la Gran Área Metropolitana al Sistema de Alcantarillado de San José, la construcción de nuevas instalaciones en Atenas, Río Cuarto, Limón, Sardinal-El Coco, Mal País y Buenos Aire son parte de los trabajos de mejoramiento de la infraestructura que se han hecho en los últimos años.
Mientras tanto, el AyA ha duplicado la inversión realizada en el periodo 2014-2017, con un monto de ¢220 mil millones, no solo en la construcción de obra gris en 30 zonas indígenas y rurales, sino en la capacitación de más de 3.000 personas y la coordinación con más de 2.000 asociaciones rurales administradoras de este recurso, conocidas como Asadas.
En este especial, lo invitamos a conocer estos maravillosos proyectos.