¿Por qué el fútbol masculino no puede ser más como el femenino?
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Viernes 13 diciembre, 2019 09:40 a. m.
Las finales del fútbol nacional masculino y femenino que se juegan paralelamente en nuestro país han marcado diferencias abismales, desde los jugadores y jugadoras hasta la afición y medios de comunicación, entre otros elementos.
Pero, ¿por qué?
Les expongo mi punto de vista.
El juego entre Herediano y Alajuelense en varones ha estado “cargado de basura”, como señaló el colega de departamento, Tano Pandolfo en la Nota de Tano.
Las conferencias de prensa se llenan de ofensas, ataques directos, basura y excremento, entre otras cosas, y los medios nos encargamos de viralizar cuanta estupidez se diga.
La afición en los estadios ofende a niveles por encima de los estándares humanos.
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José Giacone, técnico florense, recibió durante los 90 minutos de juego del partido de vuelta en el Morera, insultos contra su hija.
Utilizaron un vocabulario más que soez y resulta increíble que tenga que soportarlo.
En ambos juegos se dieron lanzamiento de objetos e insultos de jugadores a aficionados -aunque aseguren que fue holandés o inglés-.
Al final, el fútbol pasó a un segundo plano.
El lector Marvin Alberto Ramírez comenta en la Nota de Tano titulada “Después de Herediano-Liga: solo basura” y dice: Nuestra sociedad sufre de una enfermedad, creo que irreversible.
Esta irreversibilidad me consternó.
¿Acaso el fútbol está destinado a convertirse en basura?
¿Perdimos los valores humanos en el fútbol?
Por un pequeño momento perdí la esperanza, hasta que observé detenidamente el juego de la Gran Final del fútbol femenino entre Saprissa y Alajuela CODEA en el Estadio Saprissa.
Futbolísticamente, el juego fue agradable, con un fútbol abierto, intenso y sin descanso, que finalmente terminó con empate a uno.
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Estas muchachas no paran de correr en los 90 minutos, es algo que solo se ve en el fútbol europeo del más alto nivel.
El partido en el Ricardo Saprissa registró un récord de asistencia (6.600).
Además, las declaraciones postpartido generan unión y sacan lo más bonito del fútbol.
“El ambiente en el Saprissa ayer fue mágico, muchas gracias a la afición que fue a ver el partido; el crecimiento del fútbol femenino se da con este tipo de cosas. A pesar de ser rivales nos respetaron muchísimo y hasta aplaudieron a mis compañeras”, dijo Shirley Cruz de Alajuela.
“Hoy ganó el fútbol femenino, esto es un gane para Saprissa y Alajuela”, añadió Gloriana Villalobos.
Lo mejor que le puede suceder al fútbol femenino es que dirigentes del fútbol masculino como Jafet Soto o Juan Carlos Rojas mantengan su distancia y no “embarrialen” la cancha.
Las mujeres ayer le demostraron al país que el daño a la sociedad no es irreversible y hay esperanza.
Ojalá el fútbol masculino sea más como el femenino.