Por una cultura que cuente
| Martes 30 julio, 2013
Hoy la cultura es percibida por algunas personas como algo accesorio, alejado de una noción de productividad que se levanta como una torre de concreto: fría, dura, inaccesible
Por una cultura que cuente
Cultura y economía son mundos complementarios. Es imposible hablar del progreso de las grandes civilizaciones de antaño sin tener en cuenta el peso de su cultura.
Para las sociedades antiguas estaba claro que el desarrollo de sus pueblos iba de la mano con el crecimiento integral de su gente y el florecimiento de las letras, las artes, la música, la filosofía, los saberes ancestrales.
Hoy sin embargo, la cultura es percibida por algunas personas como algo accesorio, alejado de una noción de productividad que se levanta como una torre de concreto: fría, dura, inaccesible. Se nos hace difícil conciliar ambos términos, cultura y economía, aunque en la práctica convivamos con ellos a diario.
Esta es una deuda histórica que tenemos con nuestros pueblos: es hora de devolver a la cultura la importancia que merece en el marco de un modelo de desarrollo que anhelamos sea más humano, mejor para todos y todas sin distingo.
En el Ministerio de Cultura y Juventud somos conscientes de nuestra responsabilidad en lograr esta tarea. Sabemos también que es una labor de proceso, y no de resultados inmediatos pero efímeros.
Pero los logros comienzan a verse. Junto a iniciativas como la Ley General y la Política Nacional de Derechos Culturales, tenemos una herramienta para garantizar el éxito de dichos procesos: la Cuenta Satélite de Cultura de Costa Rica (CSC).
Nos detendremos aquí: quizá el término “cuenta satélite” provoque más extrañeza que la relación entre cultura y economía.
Se trata de un sistema de medición estadística que refleja la contribución del sector a la economía nacional. Se le llama satélite porque gira en torno al Sistema de Cuentas Nacionales, que es el compendio general de las áreas productivas de un país.
En la CSC se suman todas las acciones, personas y recursos que hacen posible un producto o actividad cultural. Esta herramienta arrojará datos útiles no solo para artistas y gestores, sino para instituciones públicas, industrias emergentes y público que se beneficia de las prácticas culturales.
Además marcará una pauta a seguir en la toma de decisiones, de modo que la asignación de presupuesto y planificación de proyectos no sean producto del azar o de intereses del momento, sino que tengan un respaldo sólido y comparable.
La CSC es un esfuerzo conjunto del Ministerio de Cultura y Juventud, el Banco Central de Costa Rica, el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el Instituto Tecnológico y el Programa Estado de la Nación.
Será la primera Cuenta Satélite del país y la primera de cultura en la región —ya se está trabajando en un proyecto regional que ofrecerá datos integrales de Centroamérica y República Dominicana—.
Todo está relacionado y llegó el momento de ver la cultura y la economía como mundos complementarios, que suman al bienestar común.
Celebremos esta herramienta que permitirá conocer el aporte del sector a la economía costarricense, porque la cultura cuenta.
Manuel Obregón
Ministro de Cultura y Juventud