Precio de combustibles... peligro de incendio
Luis Valverde lvalverde@larepublica.net | Viernes 11 febrero, 2011
Eventual cambio en modelo tarifario desató enojo de empresarios del sector
Precio de combustibles… peligro de incendio
De cada colón que se paga por las gasolinas, más de un 50% corresponde a impuestos
La eventual aplicación de un cambio en el modelo que se usa actualmente para definir los precios de los combustibles calentó los ánimos de empresarios del sector y desató un fuerte choque sobre cuál debe ser la forma para que los consumidores resulten beneficiados al acudir a la gasolinera.
El enojo surgió a raíz de un proyecto en manos de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, en el cual se plantea poner un precio tope y liberar a los expendedores para que a partir de allí ofrezcan promociones o precios menores al consumidor.
La idea del plan es promover la competencia y que los dueños de vehículos puedan elegir a cuál gasolinera acudir.
Sin embargo, esto generaría desventaja para las empresas que pueden comprar el producto en grandes volúmenes para bajar el precio, limitando a los pequeños y medianos asociados a compras más caras y por ende a vender más elevado.
“No aceptamos de ninguna manera que se nos conmine a estrujar aún más nuestras exiguas ganancias. No estamos dispuestos a que se ponga aún más en riesgo la estabilidad económica de nuestras empresas y acudiremos a todas las vías de derecho y de hecho para hacer valer nuestra posición”, vaticinó José Miguel Masís, director de la Cámara de Empresarios de Combustible.
Este grupo posee una representación del 60% del mercado, pero sus asociados adquieren el producto en la mayoría de los casos en forma individual. Por ello desde ya piensan incluso en la opción de cerrar algunas estaciones en caso de que la propuesta avance.
Otras empresas del sector, como por ejemplo Shell que vende un 10% de los combustibles del país a nivel de estaciones de servicio pueden adquirirlo para toda la cadena.
Se procuró la versión de los voceros de esta empresa a través de su agencia de comunicación, pero al cierre de edición no había enviado respuesta. La misma suerte se tuvo con Texaco y Total.
Ante ello ha surgido la discusión sobre cuál debe ser el modelo adecuado para beneficiar al consumidor.
La primera, que es a la que apuestan los gasolineras, es reducir el monto de los impuestos a los combustibles, los cuales tienen un peso superior al 50% en las gasolinas y del 30% en el diésel.
En segundo término está la propuesta de cambiar el modelo tarifario, y en última instancia mantener las cosas como se encuentran.
Luis Valverde
lvalverde@larepublica.net
Precio de combustibles… peligro de incendio
De cada colón que se paga por las gasolinas, más de un 50% corresponde a impuestos
La eventual aplicación de un cambio en el modelo que se usa actualmente para definir los precios de los combustibles calentó los ánimos de empresarios del sector y desató un fuerte choque sobre cuál debe ser la forma para que los consumidores resulten beneficiados al acudir a la gasolinera.
El enojo surgió a raíz de un proyecto en manos de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, en el cual se plantea poner un precio tope y liberar a los expendedores para que a partir de allí ofrezcan promociones o precios menores al consumidor.
La idea del plan es promover la competencia y que los dueños de vehículos puedan elegir a cuál gasolinera acudir.
Sin embargo, esto generaría desventaja para las empresas que pueden comprar el producto en grandes volúmenes para bajar el precio, limitando a los pequeños y medianos asociados a compras más caras y por ende a vender más elevado.
“No aceptamos de ninguna manera que se nos conmine a estrujar aún más nuestras exiguas ganancias. No estamos dispuestos a que se ponga aún más en riesgo la estabilidad económica de nuestras empresas y acudiremos a todas las vías de derecho y de hecho para hacer valer nuestra posición”, vaticinó José Miguel Masís, director de la Cámara de Empresarios de Combustible.
Este grupo posee una representación del 60% del mercado, pero sus asociados adquieren el producto en la mayoría de los casos en forma individual. Por ello desde ya piensan incluso en la opción de cerrar algunas estaciones en caso de que la propuesta avance.
Otras empresas del sector, como por ejemplo Shell que vende un 10% de los combustibles del país a nivel de estaciones de servicio pueden adquirirlo para toda la cadena.
Se procuró la versión de los voceros de esta empresa a través de su agencia de comunicación, pero al cierre de edición no había enviado respuesta. La misma suerte se tuvo con Texaco y Total.
Ante ello ha surgido la discusión sobre cuál debe ser el modelo adecuado para beneficiar al consumidor.
La primera, que es a la que apuestan los gasolineras, es reducir el monto de los impuestos a los combustibles, los cuales tienen un peso superior al 50% en las gasolinas y del 30% en el diésel.
En segundo término está la propuesta de cambiar el modelo tarifario, y en última instancia mantener las cosas como se encuentran.
lvalverde@larepublica.net