Presas y burocracia impulsan la telemedicina
Karla Madrigal kmadrigal@larepublica.net | Martes 09 agosto, 2016
Las presas para trasladarse, cambiar los pasillos de un hospital por la comodidad de su casa y las filas por un clic, es lo que ha provocado que la telemedicina gane cada vez más adeptos.
Gracias a la tecnología, un especialista puede realizar una consulta, aplicar un examen físico a la distancia e incluso elaborar una prescripción médica.
Así laboran unos 50 médicos en la plataforma MedicOnline, que ya realizó unas 15 mil citas.{l1}index.php?pk_tipo=1{/l1}
Los únicos requisitos son contar con acceso a Internet (y no necesariamente el de mejor cobertura) y una computadora o celular con cámara para recibir su consulta en cualquier área médica y donde usted se encuentre.
“Se requiere una conexión mínima de 300 kbps, para ponerlo en contexto, el plan más limitado prepago en Costa Rica tiene 1 Mega (1.000 kbps), que es tres veces más de lo requerido, lo que permite a casi toda persona poder usar nuestro servicio”, explicó el doctor Rodrigo Cuesta, uno de los creadores del proyecto.
MedicOnline ofrece esta modalidad a empresas de seguros, banca y cooperativas desde hace dos años. Ahora lanzará un modelo de suscripción que se puede pagar con tarjeta de crédito.{l2}disenan_primer_consultorio_privado_de_telemedicina_{/l2}
El costo será de $7,99 al mes (unos ¢4.500 aproximadamente). Al pagar esta cifra hasta cinco personas podrán hacer uso de 50 consultas al año en cualquier área.
Pero, ¿cómo son estas consultas? Los médicos realizan un diagnóstico para identificar manifestaciones patológicas, gracias a signos clínicos objetivos y síntomas o percepciones subjetivas.
Luego el médico realiza la historia clínica: interroga al paciente y lo guía para que se realice un examen físico teledirigido.
Al finalizar, el médico genera un documento oficial con todos los datos que validan la consulta. En la misma plataforma se puede acceder a este documento, por medio de un “historial de visitas”.
Para el Colegio de Médicos y Cirujanos, esta modalidad aún está “en pañales” pero la ven viable, algo que no ocurría en 2011 cuando le cerraban la puerta.
“El Colegio aún no tiene una normativa, pero sí emitió criterios que dan viabilidad a este tipo de consultas, siempre y cuando la ética médica actúe para tomar las decisiones adecuadas y no exponer ni al profesional ni mucho menos al usuario”, indicó el doctor Alejandro Madrigal, fiscal adjunto de ese colegio.
Además, el Colegio lo ve como un nicho que colaboraría con una gran parte del gremio médico que está desempleada.