Presión al alza sobre tasas de interés se mantiene
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 14 septiembre, 2009
Presión al alza sobre tasas de interés se mantiene
Control de liquidez, mayor déficit fiscal y expectativa de devaluación explican por qué las tasas no se acercan a la baja inflación
Víctor Sanabria
vsanabria@larepublica.net
La presión al alza que enfrentan las tasas de interés persiste en el sistema financiero. Ejemplo de ello es que la tasa básica pasiva (TBP) se incrementó en 25 puntos básicos hasta alcanzar el 11,75% el 9 de setiembre.
Esta tasa venía precedida de una relativa calma, ya que en las cuatro semanas previas a la fecha de observación se mantuvo sin movimiento.
Contrario a esa historia, el ritmo de crecimiento en los precios ha mostrado signos de desaceleración, dejando como resultado una inflación acumulada de un 2,8% a agosto. Esta cifra se ha dado principalmente por los movimientos de los precios hacia la baja de los alquileres y servicios de vivienda, así como de los alimentos y bebidas no alcohólicas.
La duda que surge inmediatamente es por qué si la inflación presenta un nivel histórico bajo, las tasas de interés permanecen en niveles relativamente altos.
El precio del dinero —tasas de interés— en moneda local está determinado por el grado de liquidez en el sistema bancario nacional, el cual se ha visto reducido, en moneda local, en los últimos meses. El saldo de la oferta de colones ha crecido un 6,84% durante este año a julio, frente al 26,86% del mismo periodo en 2008.
Además de ese factor, se deben incluir otros como la situación fiscal y las expectativas de devaluación para definir el precio del dinero.
En este sentido, y de cara a las condiciones coyunturales de la crisis, los bancos tienen la necesidad de captar recursos del público en colones, lo que podría provocar incrementos de la TBP en el corto plazo.
“La menor inflación más que un fenómeno monetario, ha sido explicada por la disminución de la demanda real y las materias primas. Es por eso que el control de la liquidez aplicado por el Banco Central ha incidido en el incremento de las tasas de interés”, señaló Randall Castro, analista financiero de E-3 Corp.
Castro agregó que los intereses permanecen altos ya que variados agentes económicos esperan que una vez que la economía empiece a recuperarse, la inflación vuelva a presentar los niveles históricos cercanos al 12%.
Respecto a la situación fiscal, tomando en cuenta los datos de flujo de caja a julio, se registra un déficit fiscal por ¢235 mil millones, pues los ingresos por renta y aduanas continúan cayendo si se compara la recaudación tributaria actual, con la del año anterior.
Esta situación implicó la presentación de un presupuesto extraordinario para reducir gasto y la solicitud de autorización para financiar gastos corrientes con deuda.
“El hecho de que la economía presente déficit fiscal constituye una limitante para que puedan bajar las tasas de interés, pues eso implica que Hacienda salga a captar recursos para cubrir el desequilibrio en las finanzas públicas a través de tasas atractivas para el inversionista”, dijo Julio Rosales, economista de Ecoanálisis.
Otra de las respuestas ante la duda planteada es que el rumbo de las tasas de interés locales puede verse afectado por el comportamiento del tipo de cambio. Por ejemplo, dependiendo del nivel de las tasas de interés fluyen más o menos divisas al país y se puede presentar una dolarización de las inversiones, provocando por ende movimientos del tipo de cambio.
Por ejemplo, si hay poca demanda por adquirir bonos en colones en las subastas debido al apetito por la divisa, se dificulta que caigan las tasas e incluso ello puede inducir a un aumento.
“Las expectativas de devaluación lo que hacen es ponerles un piso a las tasas de interés en colones, ya que un cambio en el precio del dólar puede modificar las tasas para evitar entradas o salidas de capitales”, comentó Carmen Monge, analista de INS valores.
Sin embargo, esta situación presenta una buena oportunidad para el inversionista, ya que en términos reales sus inversiones en colones están ganando un rendimiento mayor gracias al diferencial entre tasas pasivas e inflación.
Control de liquidez, mayor déficit fiscal y expectativa de devaluación explican por qué las tasas no se acercan a la baja inflación
Víctor Sanabria
vsanabria@larepublica.net
La presión al alza que enfrentan las tasas de interés persiste en el sistema financiero. Ejemplo de ello es que la tasa básica pasiva (TBP) se incrementó en 25 puntos básicos hasta alcanzar el 11,75% el 9 de setiembre.
Esta tasa venía precedida de una relativa calma, ya que en las cuatro semanas previas a la fecha de observación se mantuvo sin movimiento.
Contrario a esa historia, el ritmo de crecimiento en los precios ha mostrado signos de desaceleración, dejando como resultado una inflación acumulada de un 2,8% a agosto. Esta cifra se ha dado principalmente por los movimientos de los precios hacia la baja de los alquileres y servicios de vivienda, así como de los alimentos y bebidas no alcohólicas.
La duda que surge inmediatamente es por qué si la inflación presenta un nivel histórico bajo, las tasas de interés permanecen en niveles relativamente altos.
El precio del dinero —tasas de interés— en moneda local está determinado por el grado de liquidez en el sistema bancario nacional, el cual se ha visto reducido, en moneda local, en los últimos meses. El saldo de la oferta de colones ha crecido un 6,84% durante este año a julio, frente al 26,86% del mismo periodo en 2008.
Además de ese factor, se deben incluir otros como la situación fiscal y las expectativas de devaluación para definir el precio del dinero.
En este sentido, y de cara a las condiciones coyunturales de la crisis, los bancos tienen la necesidad de captar recursos del público en colones, lo que podría provocar incrementos de la TBP en el corto plazo.
“La menor inflación más que un fenómeno monetario, ha sido explicada por la disminución de la demanda real y las materias primas. Es por eso que el control de la liquidez aplicado por el Banco Central ha incidido en el incremento de las tasas de interés”, señaló Randall Castro, analista financiero de E-3 Corp.
Castro agregó que los intereses permanecen altos ya que variados agentes económicos esperan que una vez que la economía empiece a recuperarse, la inflación vuelva a presentar los niveles históricos cercanos al 12%.
Respecto a la situación fiscal, tomando en cuenta los datos de flujo de caja a julio, se registra un déficit fiscal por ¢235 mil millones, pues los ingresos por renta y aduanas continúan cayendo si se compara la recaudación tributaria actual, con la del año anterior.
Esta situación implicó la presentación de un presupuesto extraordinario para reducir gasto y la solicitud de autorización para financiar gastos corrientes con deuda.
“El hecho de que la economía presente déficit fiscal constituye una limitante para que puedan bajar las tasas de interés, pues eso implica que Hacienda salga a captar recursos para cubrir el desequilibrio en las finanzas públicas a través de tasas atractivas para el inversionista”, dijo Julio Rosales, economista de Ecoanálisis.
Otra de las respuestas ante la duda planteada es que el rumbo de las tasas de interés locales puede verse afectado por el comportamiento del tipo de cambio. Por ejemplo, dependiendo del nivel de las tasas de interés fluyen más o menos divisas al país y se puede presentar una dolarización de las inversiones, provocando por ende movimientos del tipo de cambio.
Por ejemplo, si hay poca demanda por adquirir bonos en colones en las subastas debido al apetito por la divisa, se dificulta que caigan las tasas e incluso ello puede inducir a un aumento.
“Las expectativas de devaluación lo que hacen es ponerles un piso a las tasas de interés en colones, ya que un cambio en el precio del dólar puede modificar las tasas para evitar entradas o salidas de capitales”, comentó Carmen Monge, analista de INS valores.
Sin embargo, esta situación presenta una buena oportunidad para el inversionista, ya que en términos reales sus inversiones en colones están ganando un rendimiento mayor gracias al diferencial entre tasas pasivas e inflación.