Préstamo barato sí, impuestos no
Jonathan Prendas jonathan.prendas@gmail.com | Lunes 05 julio, 2021
Jonathan Prendas
Diputado
Nueva República
Los diputados aprobamos en primer debate el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, lo que podría permitirle al país el acceso a créditos por $1.778 millones. Esta iniciativa contó con el respaldo de Nueva República pues le ayudaría a Costa Rica a iniciar el proceso de reactivación económica.
El empréstito reducirá la presión que en este momento ejerce la deuda en los mercados locales, lo cual liberará fondos para realizar inversiones y dinamizar la economía. La baja tasa y los plazos más adecuados impulsarán al Estado a cambiar deuda cara por deuda barata y así se mejorará el flujo de caja.
La Comisión de Asuntos Hacendarios apoyó este crédito con la premisa de que debe ser utilizado para pagar el servicio de la deuda pública mediante la sustitución de las fuentes de financiamiento, es decir, cambia la fuente interna por la externa para reducir el pago en las tasas de interés. Con este préstamo, que contempla un plazo de 10 años, una tasa anual en dólares del 2,51% y cuatro años de gracia, el país se ahorraría $156 millones en la cancelación de intereses.
Adicionalmente, para hacer los procesos más transparentes, la idea es que los desembolsos que realice el FMI se incorporen al Presupuesto Nacional como planes de gastos extraordinarios que deberá aprobar el Congreso, en lugar de hacerse vía decreto como lo solicitó el gobierno.
El préstamo del Fondo no implica que se crearán nuevos impuestos, pues Nueva República está claro en que no apoyará proyectos de ley que vayan en esa ruta. Es posible darle estabilidad a las finanzas públicas mediante otras medidas que no comprometan más los golpeados bolsillos de los costarricenses.
Nuestra propuesta tiene que ver con mejorar la recaudación, aplicar la regla fiscal, apoyar a los emprendedores y trabajadores independientes, bajar el costo de los servicios públicos, otorgarles a las pymes acceso a créditos, disminuir los gastos superfluos del Estado, hacerlo más eficiente, disminuir el IVA e implementar controles fiscales mediante la instalación de escáneres en todos los puertos, aeropuertos y en ambas fronteras.
Estas acciones le permitirán al país alcanzar las metas impulsadas por el Fondo, que incluyen garantizar la sostenibilidad de la deuda -sin dejar de proteger a los sectores más vulnerables-, preservar la estabilidad monetaria y financiera del país, asegurar la autonomía del Banco Central y estimular la productividad.
El primer desembolso debería hacerse efectivo a más tardar en setiembre, pero los siguientes dependerán del compromiso del país para cumplir con las metas. Por eso, el próximo gobierno –que esperamos sea de Nueva República- debe llevar a cabo esas necesarias reformas para desarrollar un Estado más eficiente, generar confianza y trabajo sin subir ni crear impuestos.
La continuidad de los desembolsos de este organismo multilateral se basa en el mismo argumento que Nueva República defiende hoy: el dinero debe usarse para cambiar deuda cara por deuda barata. Este es un salvavidas para el país, que ha sufrido casi ocho años de ineficiencia de un gobierno que, sin justificación ni planes de largo plazo, ha encarecido el costo de la vida.