Primer aniversario de la pandemia: Ámbito Laboral
Eric Briones Briones redaccion@larepublica.net | Martes 09 marzo, 2021
Eric Briones Briones
Doctor y Profesor en Derecho Laboral
El pasado 6 de marzo del presente año, se cumplió un año, desde que el gobierno anunció oficialmente el primer caso detectado en el país de Covid-19, lo cual provocó la emisión del decreto no. 42227-MP-S, el cual declaró estado de emergencia sanitaria, dentro de todo el territorio de los 51.200 km2, que comprende Costa Rica. Esta es una potestad, que ha sido avalada por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, cuando ha tocado, atender alguna emergencia nacional, consistente en: “una autorización implícita para el Poder Ejecutivo de dictar decretos de emergencia, que le permiten ajustar la normatividad vigente a las condiciones excepcionales, como herramienta para combatir los efectos de la emergencia” (voto no. 8675-2005).
Ahora bien, dentro del ámbito laboral, esto ha provocado la existencia de tres elementos, muy importantes, para el sector privado, con el fin de mantener las relaciones laborales: 1) Mediante decreto no. 42248-MTSS “Reglamento para el procedimiento de suspensión temporal de contratos de trabajo en casos relacionados con los incisos a) y b) del artículo 74 del Código de Trabajo” publicado el 20 de marzo del 2020 en el Alcance No. 53 a La Gaceta No.55; el cual pareciera que hoy, no es de necesaria aplicación, en la mayoría de las actividades, merced al aplanamiento de la pandemia. 2) Ley no. 9832, “Ley de Autorización de Reducción de Jornadas ante la Declaratoria de Emergencia Nacional” (publicada en el Alcance no 56 a la Gaceta no. 58 del 23 de marzo del 2020 y su adición por 3 meses más, mediante Ley no.9937, destinada para los patronos que demuestren que aún son golpeados económicamente por la pandemia; 3) Ley no. 9839, publicada en el alcance no.74, Gaceta no.70, de fecha 4 de abril de los corrientes), en donde se entrega el FCL, a los trabajadores afectados por crisis económica, cuando su jornada haya sido legalmente reducida o cuando hayan sido suspendidos sus contratos de trabajo, además de los presupuestos que ya existían por ley de protección al trabajador y que para este año 2021, más de 90 mil trabajadores, cumplen el quinquenio, de estos, más del 70%, corresponden al sector público. Esto vino acompañado del Bono Proteger, como esfuerzo que hizo la administración del presidente, Carlos Alvarado Quesada, para más de 650.000 gestionantes.
En el ámbito del sector público, se vino a establecer, igualmente la existencia de tres elementos básicos: 1) Rebajos salariales para los ministros del gobierno central, así como para presidentes ejecutivos, en un 15%, desde la segunda quincena de agosto del año 2020; 2) Eliminación del pago de anualidades de los años 2021 y 2022, con un ahorro aproximado de más de 40 mil millones de colones anuales; 3) Congelamiento salarial, hasta el año 2024, lo que conlleva un ahorro anual, para el país, de algo más de 23 mil millones.
Y finalmente en común para ambos sectores, la implementación del adelanto de vacaciones (relevante el voto constitucional no. 9908-2020, el cual avaló esta medida, por mayoría de sus integrantes, bajo criterios de oportunidad y conveniencia), cambios en los días feriados (Ley no. 9875, la cual en el mes de julio del año pasado, adicionó, al Código de Trabajo, un transitorio al artículo 148, referido a los días feriados, trasladándose muchos de ellos, para los días lunes, a partir del 2020 y hasta el año 2024), junto con la promoción del teletrabajo (entendido como aquella modalidad de trabajo no presencial/ física, llevada a cabo fuera de las instalaciones físicas del empleador y bajo el uso de las tecnologías de la información y comunicación), que según cálculos actualmente se aumentó en referencia con el año pasado, en más de un 1.200%., pasando de unos 25 mil a más de 280 mil trabajadores (https://www.larepublica.net/noticia/pandemia-disparo-la-cantidad-de-teletrabajadores-en-un-1213).
Ojalá que pronto pasemos la pandemia y con resiliencia, entre todos y de manera solidaria, hagamos los cambios disruptivos necesarios, dentro de todos los quehaceres de la humanidad, en pro de un mejor vivir, presente y futuro y que muchas de las enseñanzas (como el buen uso de las tecnologías de la información y comunicación), vengan a fomentar dentro de las relaciones laborales, nuevos paradigmas, en pro del trabajo con equilibrio personal y la conciliación familiar. Dejando de lado, los complejos, las resistencias y los vetustos conceptos, que muchos siguen teniendo, al respecto.