Puntos de partida: todas las ideas son épicas
Juan J. Muñoz juan@poom.cr | Miércoles 09 agosto, 2017
Toda la vida hemos creído que las ideas se pueden clasificar por su calidad: épicas o buenas, así como malas, regulares o pésimas.
Pasamos hablando de la “buena idea” que tuvo aquel “carajo” o de la muchacha que siempre tiene excelentes ideas.
Cuando tenemos miedo decimos que no le contamos nuestra idea a nadie porque creemos que es mala, pero cada vez que pensamos o hablamos de este tipo de cosas dejamos claro que no entendemos lo que realmente son las ideas.
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Una idea es una serie de conexiones neurológicas que se forman en el cerebro y que se ven afectadas por su experiencia, sus estudios académicos, su personalidad, su manera de ver el mundo, y el estado de ánimo en ese momento.
O sea, todas las ideas son épicas porque ¡todas las ideas son únicas!
¿Podemos entender lo increíble que es eso?
Somos capaces de generar pensamientos, conceptos, maneras de explicar y resolver problemas de formas únicas una infinidad de veces.
Ahora, el problema creo que radica en que cuando nos preguntamos si una idea es buena o mala la mayor parte del tiempo pensamos si una idea puede ser un buen negocio o no.
No podemos definir el valor de una idea únicamente por la capacidad de esa idea de crear un buen negocio. Para que un negocio sea bueno hay que tomar en cuenta la operación del negocio, el desarrollo y miles de factores más que no tienen nada que ver con la idea.
Tenemos que aprender a distinguir entre una idea y un negocio.
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Hoy quiero dejarles tres conceptos importantes que tenemos que entender sobre las ideas:
1. La única manera de saber si una idea es buena o mala es ejecutándola. Y aún así puede ser que el resultado dependa de la ejecución y no de la idea en sí. Una idea mala bien ejecutada es mil veces mejor que una idea buena sin ejecutar. Claro, uno puede ver el pasado y proyectar hacia el futuro, pero esa es la belleza del futuro: que nadie sabe qué va a pasar.
2. No se deje llevar por las ideas, no crea que es muy buena y que de fijo va a funcionar porque entonces no le va a poner suficiente trabajo y de fijo no va a funcionar. Y tampoco crea que es mala porque entonces tampoco le va a meter el trabajo necesario para ver si puede funcionar o no.
3. La creación de ideas se puede practicar. Como cualquier otra cosa en la vida, entre más practique la creación de ideas, mejor se va a hacer teniendo ideas (lean la biografía de Thomas A. Edison). Si sólo el 1% de las ideas que tenemos tienen potencial y, además, tenemos 10 ideas al día, pues entonces podemos tener 1 buena idea al día. ¡Esos números a mí me gustan!
Yo creo que lo más importante es entender que una idea es un reflejo de usted mismo, de su contexto y del mundo. Analice sus ideas, tenga más ideas, no se case con ideas. De por sí, si no le gustan puede cambiarlas, ¡pero todas las ideas son épicas!
Juan J. Muñoz Ortiz
Director
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