¡Que no le metan un aceite por otro!
Carmen Juncos cjuncos@larepublica.net | Lunes 26 octubre, 2009
Con Sumo
¡Que no le metan un aceite por otro!
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Cada vez es mayor el conocimiento que las personas tienen sobre las diversas cualidades nutricionales que poseen los variados aceites comestibles que se ofrecen en el mercado. Sabemos que no es lo mismo consumir aceite de girasol o de oliva, de linaza o de palma, de canola, de ajonjolí o de maíz.
Las diferencias no solo están en el sabor que impregnan a las comidas, sino en otros factores como por ejemplo sus contenidos de aceites conocidos como omega 3, omega 6 u omega 9. Algo en lo cual no se fijaba antes mucho la gente pero que hoy ocupa la atención de quienes se preocupan por tener una nutrición adecuada.
Es por esto que se vuelve muy importante que los productos envasados u otros como panes, galletas… etc., preparados con aceites, tengan en sus etiquetas la indicación acerca de con cuál aceite han sido envasados o elaborados.
Lamentablemente esto no se cumple aún como debiera en Costa Rica. Pueden encontrarse actualmente en supermercados, por ejemplo, latas de sardinas que solo indican “aceite vegetal”, sin indicar de cuál clase contienen. También he observado galletas que se venden empacadas y su etiqueta informa que contienen “aceite vegetal” y margarina o mantequilla, sin indicar, de nuevo, de qué clase de aceite se trata.
Existen actualmente abundante cantidad de libros y artículos en Internet en los que se puede aprender sobre la proporción correcta que debe tener el cuerpo de las grasas omega 3 y omega 6 antes mencionadas, para evitar enfermedades. Solo falta mayor control sobre las ofertas del mercado.
¡Que no le metan un aceite por otro!
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Cada vez es mayor el conocimiento que las personas tienen sobre las diversas cualidades nutricionales que poseen los variados aceites comestibles que se ofrecen en el mercado. Sabemos que no es lo mismo consumir aceite de girasol o de oliva, de linaza o de palma, de canola, de ajonjolí o de maíz.
Las diferencias no solo están en el sabor que impregnan a las comidas, sino en otros factores como por ejemplo sus contenidos de aceites conocidos como omega 3, omega 6 u omega 9. Algo en lo cual no se fijaba antes mucho la gente pero que hoy ocupa la atención de quienes se preocupan por tener una nutrición adecuada.
Es por esto que se vuelve muy importante que los productos envasados u otros como panes, galletas… etc., preparados con aceites, tengan en sus etiquetas la indicación acerca de con cuál aceite han sido envasados o elaborados.
Lamentablemente esto no se cumple aún como debiera en Costa Rica. Pueden encontrarse actualmente en supermercados, por ejemplo, latas de sardinas que solo indican “aceite vegetal”, sin indicar de cuál clase contienen. También he observado galletas que se venden empacadas y su etiqueta informa que contienen “aceite vegetal” y margarina o mantequilla, sin indicar, de nuevo, de qué clase de aceite se trata.
Existen actualmente abundante cantidad de libros y artículos en Internet en los que se puede aprender sobre la proporción correcta que debe tener el cuerpo de las grasas omega 3 y omega 6 antes mencionadas, para evitar enfermedades. Solo falta mayor control sobre las ofertas del mercado.