Quemar las naves
José Pablo Rodríguez eterms@gmail.com | Lunes 10 enero, 2022
José Pablo Rodríguez
Director Regional en Asia
Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER)*
Este es uno de una serie de proverbios chinos que traduje al español varios años atrás. Cada proverbio que iba aprendiendo durante el tiempo en que estudié el idioma chino lo fuí traduciendo para algún día compartir su mensaje con otras personas. La historia del proverbio va más o menos de esta forma:
Al final de la Dinastía Qin, las revueltas proletarias se extendían por muchos días. Tanto Xiang Yu como Liu Bang fueron dos héroes de esos tiempos turbulentos. En esas épocas fue cuando Qin ErShi envió tropas para acabar con el reinado de Zhao. El ejército de Zhao se había replegado a Julu donde estaban rodeados por completo por el ejército Qin. La situación era crítica.
El rey Chuhuai, envió al General Song Yi y a Xiang Yi como vice-general a ayudar al reino de Zhao. Sin embargo, Song Yi al llegar a banco sur del río amarillo se detuvo ahí por mes y medio, no se atrevía a cruzar el río para brindar la ayuda.
Xiang Yi con el paso de los días se mostraba sumamente decepcionado de la actitud de Song Yi y en un momento de desesperación, lo mató y tomó el control del ejército Chu, navegando con el mismo por el río amarillo para ayudar al ejército del reino de Zhao.
Una vez que todo el ejército Chu había cruzado el río amarillo, Xiang Yu ordenó que se hundieran los barcos, que se destruyeran los utensilios para cocinar y las tiendas que utilizaban para dormir. Ordenó que sólo se guardaran raciones para tres días para cada soldado, para demostrar que estaba decidido a entrar en una lucha a muerte con el ejército Qin.
Los soldados al ver que ya no había cómo dar marcha atrás, se lanzaron todos a la guerra de forma valiente a acabar con el enemigo. Luego de nueve batallas feroces, finalmente lograron derrotar al ejército Qin.
Hoy día en la China moderna se utiliza este proverbio para describir una situación en la que no queda más que avanzar y ser victorioso o enfrentar la muerte. También para motivar a las personas a tomar decisiones finales y contundentes y dejar el pasado atrás.
Cuando estamos en situaciones que requieren gran resolución y determinación, es a veces conveniente “quemar las naves” y seguir de forma valiente marchando hacia adelante. Si tenemos otras opciones a la mano, podemos estarnos saboteando a nosotros mismos en nuestros planes, pues de forma inconsciente sabemos que hay un plan alternativo y que si nos damos por vencidos, siempre tendremos otra opción o camino que tomar.
Es Máster en Gerencia y Negociaciones Internacionales y tiene una especialización en Liderazgo de Talentos y Equipos.
Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no representan la visión u opinión de la organización para la que trabaja.