Rebaja de ¢300 por kilo de arroz que prometió Rodrigo Chaves “se tambalea”

Debido a que la Sala IV acogió para estudio un reclamo contra un decreto que firmó el presidente Rodrigo Chaves, la rebaja de ¢300 por kilo de arroz que prometió el mandatario “se tambalea”.

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Y es que los magistrados analizarán un recurso de amparo interpuesto por un ciudadano, quien alega que se violentó su derecho a la información oportuna.

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El decreto en cuestión baja el arancel al arroz de 36% a 5% aproximadamente, con el objetivo de acabar con la distorsión en el mercado y promover una mayor competencia.

Aunque en principio se informó por parte de los agricultores que el decreto quedaba suspendido, la misma Sala aclaró que no es así este lunes por la noche.

“Se trata de una resolución de curso. Esta lo que determina, como toda resolución de curso, es que se acoge el recurso para analizarlo por el fondo. La Sala no ordena nada más que un informe (audiencia) a la parte recurrida; es decir que conteste los alegatos señalados por el recurrente. En dicha resolución no se emite ningún tipo de medida cautelar que suspenda el acto accionado. La Sala no se ha pronunciado sobre una supuesta “falta de documentación o sustento”; eso es, más bien, el alegato de la parte recurrente”, dijo la Sala.

La Ruta del arroz” que anunció el presidente pondría al mercado arrocero de cabeza, a la vez que genera incertidumbre entre pequeños productores y los industriales.

Por otro lado, los consumidores y los importadores directos serían los más beneficiados con la medida, ya que al reducirse el arancel, la bolsa de un kilo de arroz bajaría hasta ¢300.

No obstante, las buenas intenciones del mandatario tendrían un alto costo de oportunidad para toda la cadena arrocera, afectando potencialmente a más de 33 mil personas que laboran en el sector, según varios sectores consultados por LA REPÚBLICA.

Y es que la medida provocaría la importación masiva del grano y la consecuente imposibilidad de competir para los productores e industriales asociados a la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), quienes no tendrían otra opción que declararse en quiebra, afectando así el empleo.

Mientras tanto, los pequeños y medianos agricultores que hoy abastecen al 35% del mercado nacional unos 400 empresarios -, denunciaron que son los que tiene más que perder con el cambio que anuncia el presidente Chaves, ya que al final del día no tendrán a quién venderle su producto.

“El presidente está siendo mal asesorado y en vez de impulsar una política integral arrocera en conjunto con Conarroz y los industriales, que sí compramos al productor nacional, se deja influenciar por otros intereses y eso nos provocará una quiebra en un mediano plazo tal y como le pasó a los frijoleros”, dijo Eduardo Rojas, presidente de la Asociación de Importadores de Arroceros.

Los productores -grandes y pequeños – desconfían del gobierno y sus promesas, para darles mayor capacitación y asistencia técnica, las cuales, les permitirían reducir los costos de producción y así competir en un mercado abierto a la importación.