Reformar la seguridad social es necesario, según Cámara de la Salud

Con el fin de beneficiar al paciente y ponerlo de primero, la Cámara Costarricense de la Salud, y su director ejecutivo Massimo Manzi, proponen un espacio de discusión para plantear una reforma en la seguridad social.

Esta idea se comenta en el sector buscando un sistema que pueda de responder a las condiciones y retos actuales, tanto de la situación del país, como de las nuevas enfermedades, tratamientos y tecnologías disponibles.

La discusión es urgente para garantizarle sostenibilidad financiera a la Caja cuyos números se han visto fuertemente debilitados por el aumento en los egresos para la atención de la pandemia y la disminución de sus ingresos debido al decrecimiento económico y aumento de la informalidad.

Esta situación se suma a temas más generales como el cambio demográfico, el envejecimiento de la población y a la adaptación en las necesidades médicas de la población.

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Para la Cámara, el funcionamiento de la seguridad social podría adaptarse incluso a mecanismos de co-pago, que serían contribuciones económicas cuando la persona vaya a utilizar el sistema público.

“Estamos acostumbrados a que todo sea gratis y en cierta medida llega a ser un abuso, lo que genera más gasto el cual podría utilizarse para otros servicios. También es importante incentivar y premiar las conductas de las personas que cuidan de su salud y desincentivar aquellas conductas que pueden llevar a enfermedades y con ello a un uso intensivo de los servicios de salud”, añadió el director ejecutivo.

Dentro de las soluciones a tomar en cuenta estaría también el establecimiento de alianzas público – privadas, donde se fomente la participación del sector privado en aquellas áreas donde la seguridad social no pueda asegurar un acceso pronto y eficiente a los servicios. Dichas alianzas podrían también involucrar modelos existentes en otros países de gestión hospitalaria (modelos de “bata blanca”).

“Incluso la OCDE recomienda que después de un periodo de espera determinado, el usuario pueda escoger un proveedor privado que le resuelva su condición, y que la seguridad social pueda cubrirle ese tratamiento mediante parámetros y tarifarios ya establecidos. El sistema de varios países europeos, como el Reino Unido, manejan sistemas que justamente facilitan la libre escogencia del proveedor cuando la lista de espera supere ciertos limites”, explicó Manzi.

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Y es que la pandemia desmejoró el tiempo de espera tanto para realizar cirugías (533 días), como para consultas (165 días) y procedimientos menos invasivos (143 días). Estos datos muestran un aumento de 200 días desde diciembre del 2019.

“Sentimos que llegamos a ese momento de diálogo nacional, para tener una nueva realidad, y modificar nuestro sistema de salud para que sea más adecuado y sostenible”, concluyó Manzi, el cual apuntó que en estas discusiones se quiere involucrar a los candidatos que buscan la presidencia del 2022.