Refrescos y TV estimulan obesidad
| Viernes 31 julio, 2009
Refrescos y TV estimulan obesidad
La obesidad infantil constituye la peor crisis de salud en Estados Unidos, indicaron expertos esta semana, urgiendo a los padres a prohibir la televisión en las habitaciones de los niños y a los legisladores a aplicar un impuesto a los refrescos cargados de azúcar.
Dos tercios de los adultos estadounidenses y aproximadamente un quinto de los niños estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos, lo cual ha tenido un efecto debilitador en la salud de los ciudadanos, así como en el gasto en salud del país.
“Es el problema de salud pública número uno en el país, poniendo a la generación más joven en riesgo de ser la primera en la historia de nuestro país en tener una vida más corta que sus padres”, dijo el ex presidente Bill Clinton el lunes en el congreso “El peso del país”.
El congreso fue el primer encuentro dedicado a la obesidad organizado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Los funcionarios del CDC plantearon dos docenas de pasos —desde prohibir la televisión en los dormitorios de los niños hasta facilitar la compra de comida fresca— que ayudarían a bajar las tasas de obesidad y los costos médicos asociados, que se han casi duplicado desde 1998.
La mayor parte de los gastos vinculados a la obesidad, según los investigadores, no tiene que ver con procedimientos como la cirugía bariátrica (operación del estómago y los intestinos) sino con tratamientos vinculados a las enfermedades asociadas a la obesidad, como la diabetes.
La única forma de reducir la obesidad, según Clinton,
es que los estadounidenses cambien su modo de vida.
“Tenemos que cambiar lo que ocurre en nuestros hogares, nuestras comunidades, nuestras escuelas”, dijo Clinton en el encuentro.
Washington
AFP
La obesidad infantil constituye la peor crisis de salud en Estados Unidos, indicaron expertos esta semana, urgiendo a los padres a prohibir la televisión en las habitaciones de los niños y a los legisladores a aplicar un impuesto a los refrescos cargados de azúcar.
Dos tercios de los adultos estadounidenses y aproximadamente un quinto de los niños estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos, lo cual ha tenido un efecto debilitador en la salud de los ciudadanos, así como en el gasto en salud del país.
“Es el problema de salud pública número uno en el país, poniendo a la generación más joven en riesgo de ser la primera en la historia de nuestro país en tener una vida más corta que sus padres”, dijo el ex presidente Bill Clinton el lunes en el congreso “El peso del país”.
El congreso fue el primer encuentro dedicado a la obesidad organizado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Los funcionarios del CDC plantearon dos docenas de pasos —desde prohibir la televisión en los dormitorios de los niños hasta facilitar la compra de comida fresca— que ayudarían a bajar las tasas de obesidad y los costos médicos asociados, que se han casi duplicado desde 1998.
La mayor parte de los gastos vinculados a la obesidad, según los investigadores, no tiene que ver con procedimientos como la cirugía bariátrica (operación del estómago y los intestinos) sino con tratamientos vinculados a las enfermedades asociadas a la obesidad, como la diabetes.
La única forma de reducir la obesidad, según Clinton,
es que los estadounidenses cambien su modo de vida.
“Tenemos que cambiar lo que ocurre en nuestros hogares, nuestras comunidades, nuestras escuelas”, dijo Clinton en el encuentro.
Washington
AFP