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Resentimientos y divisiones complicarán el Congreso

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Miércoles 03 mayo, 2017


Edgardo Araya, diputado y candidato del Frente Amplio, reconoció que su partido no fue consecuente con la lucha a favor de las mujeres y la diversidad sexual, cuatro diputados de su bancada permitieron a Gonzalo Ramírez, a quien se considera un fundamentalista religioso, ganar la presidencia del Congreso. Gerson Vargas/La República


Los resentimientos políticos, además de las divisiones electores a lo interno de la Asamblea Legislativa, harán más difícil que nunca que los legisladores tomen decisiones necesarias y oportunas en los 12 meses que le restan al gobierno.

Y es que la tormentosa sesión del Plenario de este lunes, dejó al descubierto profundas desavenencias personales y temáticas en áreas como impuestos, derechos humanos y contención del gasto público.

Todavía ayer los partidos se recriminaban unos a otros por la complicada sesión parlamentaria.

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Sin embargo, en el Frente Amplio las fisuras eran más profundas, ya que Edgardo Araya, aspirante presidencial y legislador, pidió a sus compañeros Ligia Fallas y Jorge Arguedas, dejar el partido por haberse separado de la fracción y negociar sus votos como un bloque independiente.

Asimismo, demandó explicaciones a Suray Carrillo y Gerardo Vargas por haber votado y, con ello, favorecer al pastor evangélico Gonzalo Ramírez para ganar la presidencia en Cuesta de Moras.

“Preferíamos votar por Ottón Solís, antes que elegir a un fundamentalista religioso y ahí están perdiendo las mujeres y las parejas diversas que luchan por la igualdad. Varios compañeros del Frente Amplio fallaron y deben dar explicaciones o irse del partido. No hemos sido consecuentes con estas luchas”, dijo Araya.

En las filas del PUSC, las rencillas no paran de crecer, ya Jorge Rodríguez, Humberto Vargas y Rafael Ortiz —que también tiene la doble condición de aspirante a mandatario y legislador—, anunciaron su negativa de participar en las futuras reuniones de la bancada.

Mientras tanto, los libertarios y otros minoritarios como Alianza Demócrata Cristiana cuestionaban sin cuartel a Liberación Nacional, por haber roto un supuesto pacto entre los integrantes de la alianza opositora.

Es probable que el cálculo electoral tenga un importante peso en las decisiones que tomen los diputados de ahora en adelante, las relaciones políticas están en su punto más bajo y en estos momentos hay al menos ocho legisladores con aspiraciones presidenciales, incluidos representantes del PUSC, Movimiento Libertario, Frente Amplio, Renovación Costarricense y Restauración Nacional.

Lea más: PUSC se quiebra y votos irán a diferentes candidatos

Al margen de esto, Antonio Álvarez, candidato presidencial de Liberación Nacional y expresidente del Congreso, hizo un llamado a todos los partidos para pasar la página y concentrarse en la toma de decisiones.

“En política unas veces se gana y otras veces se pierde y quienes estamos en esto tenemos que aprender a ganar y a perder y entender que lo más importante es seguir construyendo”, dijo Álvarez.

Otro aspecto que complicaría el trabajo en Cuesta de Moras es el hecho de que Gonzalo Ramírez, nuevo presidente del Congreso, tiene ligámenes políticos y personales con Liberación Nacional, por lo que otros partidos opositores, tratarían de afectar su gestión.

Además de la etiqueta de “conservador” por ser representante de un partido evangélico, Ramírez es primo hermano de Fernando Zamora, secretario del PLN y además, está casado con Paula Vargas, vicealcaldesa de San José y mano derecha del verdiblanco Johnny Araya, quien es muy cercano al candidato presidencial del PLN.

En ese sentido la presidencia de Ramírez en Cuesta de Moras es vista por sus opositores como una extensión de Liberación Nacional, sin importar que él representa al grupo Renovación Costarricense.

Chisporroteo

Un día después de la elección del directorio legislativo, se respira un ambiente tenso en el Congreso.

Ottón Solís
Diputado
PAC

La derecha cristiana fanática no solo penetra la política norteamericana sino también la costarricense, de la mano del PLN y su candidato presidencial.
Ya es preocupante que estos pastores se hayan aprovechado de la fe de sus feligreses para obtener diputaciones. Pero que el candidato del PLN ahora los sitúe en la mesa del directorio del Primer Poder de la República, nos deja perplejos.
Pareciera que la aspiración de una parte del PLN es “modernizar” la institucionalidad del país, hacia una nueva Edad Media, donde la religión y el poder político son uno y lo mismo.


Patricia Mora
Diputada
Frente Amplio

Desgraciadamente fue una jornada poco feliz para el Frente Amplio, ya que no pudimos votar de acuerdo con nuestros principios.
Varios compañeros se alejaron de la línea de fracción, lo que permitió que un fundamentalista religioso ganara la presidencia del Congreso.
Es vergonzoso lo que ha pasado, no obstante, tenemos que actuar con paciencia y tenacidad, como decía José Merino.
 


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